En un invernadero, habia vides con abundancia de racimos de uvas aromaticas.
El dueño del invernadero dijo:
---Hace algunos años, mi jardinero me decia que no podia hacer ninguna cosa con esta vid sin podar primero todas sus ramas.
Dicho y hecho: cierto dia que voy a recorrer mi invernadero me encuentro que mis vides habian amanecido solo con su tronco, el jardinero las podo una por una.
Durante dos años no vimos crecer un solo racimo.
Sin embargo, ¿que resultado obtuvimos?.....
¡Resulto, que hoy mis vides estan esplendidas!..
Al principio en efecto, pareceria que al podar la vid, se arruina toda la planta.
Pero un jardinero experto mira hacia el futuro, sabiendo que la poda al final producira mucha mayor abundancia de frutos.
Nuestro Padre Celestial es el labrador que cuida de nosotros con amor. El sabe que, sin el precio del sufrimiento, nuestras almas produciran muy poco fruto que agraden al Senor.
Por esa razon muchas veces en nuestra vida debemos enfrentarnos con diversas adversidades, y sentimos el dolor de la poda celestial en nosotros, pero todo esto lleva a que rindamos mejor fruto y a la vez alcanzar mayor provecho para nuestra vida.
El Senor Jesus dijo:
S. Juan 15:1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
S. Juan 15:2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
El dueño del invernadero dijo:
---Hace algunos años, mi jardinero me decia que no podia hacer ninguna cosa con esta vid sin podar primero todas sus ramas.
Dicho y hecho: cierto dia que voy a recorrer mi invernadero me encuentro que mis vides habian amanecido solo con su tronco, el jardinero las podo una por una.
Durante dos años no vimos crecer un solo racimo.
Sin embargo, ¿que resultado obtuvimos?.....
¡Resulto, que hoy mis vides estan esplendidas!..
Al principio en efecto, pareceria que al podar la vid, se arruina toda la planta.
Pero un jardinero experto mira hacia el futuro, sabiendo que la poda al final producira mucha mayor abundancia de frutos.
Nuestro Padre Celestial es el labrador que cuida de nosotros con amor. El sabe que, sin el precio del sufrimiento, nuestras almas produciran muy poco fruto que agraden al Senor.
Por esa razon muchas veces en nuestra vida debemos enfrentarnos con diversas adversidades, y sentimos el dolor de la poda celestial en nosotros, pero todo esto lleva a que rindamos mejor fruto y a la vez alcanzar mayor provecho para nuestra vida.
El Senor Jesus dijo:
S. Juan 15:1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
S. Juan 15:2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.