miércoles, 23 de diciembre de 2009
Escribir y enviar tarjetas de Navidad es una de nuestras primeras tareas de la temporada.
La costumbre comenzó en Inglaterra cerca de 1840 con el inicio del “Penny Post”, el primer sistema de servicio postal. Según la leyenda, el británico Henry Cole, quien acostumbraba dejar todo para mañana, dio comienzo a la tradición.
En 1843, cuando se encontró atrasado en su correspondencia con sus amistades, decidió corregir la situación enviando saludos navideños al final del año. Su brillante idea dio origen al mercadeo en masa de tarjetas de Navidad, especialmente después de 1860, cuando se desarrollaron mejores métodos de impresión.
En Inglaterra la popularidad de enviar saludos navideños creció cuando se hizo posible enviar tarjetas, sin usar sobres sellados, por la mitad del costo de enviar una carta. Louis Prang, un residente de Boston, imprimió y vendió la primera tarjeta de Navidad en Estados Unidos en 1865.
Las imágenes y mensajes se han mantenido relativamente constantes a través de los años; imágenes mostrando escenas de la temporada o historias de Navidad acompañadas de los mejores deseos de una feliz Navidad y un próspero año nuevo.
Tomado de “ The twelve teas of Christmas
Más allá de la costumbre de enviar tarjetas a familiares y amigos, que necesario es que durante el resto del año, nunca olvidemos a aquellos seres queridos y podamos hacerles brillar sus ojos de alegría sorprendiéndolos en el momento menos esperado, para decirles, “Gracias, por lo que has hecho en mi vida. Una pequeña nota en cualquier época del año, podría hacer un milagro en un corazón deprimido y en una mente desgastada.
Más allá de de Diciembre, decide sorprender a alguien en Enero, Febrero o Abril. No te imaginas como Dios puede usar ese gesto, para traer esperanza a quién casi la pierde.
Porque confortaron mi espíritu y el vuestro; reconoced, pues, a tales personas. 1 Corintios 16:18
Por la mañana, Señor, escuchas mi clamor; por la mañana te presento mis ruegos,
y quedo a la espera de tu respuesta”. Salmo 5:3
¿Se te está haciendo difícil conseguir lo que necesitas? ¿Has estado deprimido por tus carencias (sabiduría, otra oportunidad, dinero, paciencia, fortaleza, etc.)? Pídele al Señor que intervenga. Pídele a Dios que te muestre cualquier cosa que te ayude a entregarle tu vida, y a ir en la dirección que Él quiera.
Es fácil descorazonarnos por situaciones difíciles en nuestras vidas que se han prolongado y que al parecer hay muy poca esperanza que cambien. ¿Puedes pensar en una circunstancia sin resolver por la que hayas dejado de orar? ¿Considerarías la posibilidad de hablar otra vez con Dios al respecto?
Aparta un tiempo para orar cada día. Pídele al Señor que te muestre por cuáles asuntos y necesidades orar y cómo orar por ellos. Permítele llevar cosas y personas a tu mente además de por lo que oras regularmente. Cree en Dios, Su poder, Sus promesas, Su disposición y Sus respuestas. Cree que Él está a cargo de lo que hablas con Él, y espera las respuestas con fe. Quizá no sean visibles en el terreno natural. Tal vez quieras orar estas palabras:
Padre, gracias por la forma en que deseas estar conmigo, hablando y compartiendo conmigo. Gracias, Señor, por querer escucharme aun cuando sé tan poquito acerca de Tus planes a largo plazo y cuando entiendo sólo una pequeña parte de lo que en realidad está pasando. Estoy contento de poder decirte lo que me aflige, y cuando lo hago, estoy consciente de que estoy soltando toda mi carga en Ti para una solución.
No estoy dándome por vencido; me estoy entregando a Ti al estar dispuesto a permitirte obrar a través de mí, a través de otros y a través del reto en sí. Gracias, Dios, por bendecirme con la vida y por bendecirme a lo largo de la vida. Has sido tan fiel conmigo, aun cuando no me daba cuenta de que Tú estabas obrando en mi vida.
Aunque sé que Tú sabes lo que necesito antes de pedírtelo, voy a querer pedirte que te hagas cargo de las situaciones que ponga ante Ti. En cierta forma, pedirte así las cosas, directamente, me ayuda a recordar todo lo que haces por mí. Me encanta entrar a Tu “oficina” y ver que Tú nunca estás demasiado ocupado para escucharme.
Definitivamente creo que nada es imposible para Ti. Gracias, Señor. Te alabo, Padre, en el nombre de Jesús, Amén.
Hoy tendré tiempo con el Señor. Ese tiempo es valioso y lleno de Gloria.
Señor, Que bueno es saber que puedo venir ante ti con regocijo y esperanza. Hoy, tendré tiempo contigo. Amén.
¿Se te está haciendo difícil conseguir lo que necesitas? ¿Has estado deprimido por tus carencias (sabiduría, otra oportunidad, dinero, paciencia, fortaleza, etc.)? Pídele al Señor que intervenga. Pídele a Dios que te muestre cualquier cosa que te ayude a entregarle tu vida, y a ir en la dirección que Él quiera.
Es fácil descorazonarnos por situaciones difíciles en nuestras vidas que se han prolongado y que al parecer hay muy poca esperanza que cambien. ¿Puedes pensar en una circunstancia sin resolver por la que hayas dejado de orar? ¿Considerarías la posibilidad de hablar otra vez con Dios al respecto?
Aparta un tiempo para orar cada día. Pídele al Señor que te muestre por cuáles asuntos y necesidades orar y cómo orar por ellos. Permítele llevar cosas y personas a tu mente además de por lo que oras regularmente. Cree en Dios, Su poder, Sus promesas, Su disposición y Sus respuestas. Cree que Él está a cargo de lo que hablas con Él, y espera las respuestas con fe. Quizá no sean visibles en el terreno natural. Tal vez quieras orar estas palabras:
Padre, gracias por la forma en que deseas estar conmigo, hablando y compartiendo conmigo. Gracias, Señor, por querer escucharme aun cuando sé tan poquito acerca de Tus planes a largo plazo y cuando entiendo sólo una pequeña parte de lo que en realidad está pasando. Estoy contento de poder decirte lo que me aflige, y cuando lo hago, estoy consciente de que estoy soltando toda mi carga en Ti para una solución.
No estoy dándome por vencido; me estoy entregando a Ti al estar dispuesto a permitirte obrar a través de mí, a través de otros y a través del reto en sí. Gracias, Dios, por bendecirme con la vida y por bendecirme a lo largo de la vida. Has sido tan fiel conmigo, aun cuando no me daba cuenta de que Tú estabas obrando en mi vida.
Aunque sé que Tú sabes lo que necesito antes de pedírtelo, voy a querer pedirte que te hagas cargo de las situaciones que ponga ante Ti. En cierta forma, pedirte así las cosas, directamente, me ayuda a recordar todo lo que haces por mí. Me encanta entrar a Tu “oficina” y ver que Tú nunca estás demasiado ocupado para escucharme.
Definitivamente creo que nada es imposible para Ti. Gracias, Señor. Te alabo, Padre, en el nombre de Jesús, Amén.
Hoy tendré tiempo con el Señor. Ese tiempo es valioso y lleno de Gloria.
Señor, Que bueno es saber que puedo venir ante ti con regocijo y esperanza. Hoy, tendré tiempo contigo. Amén.
jueves, 10 de diciembre de 2009
CRISTIANO
Cristiano
Tú fuiste creado por Dios
Creado para conocerle a el y vivir para el.
Dios es quien nos da a todos la vida, le aire y las demás cosas. De un solo hombre hizo el todas las naciones, para que vivan en toda la tierra; y les ha señalado el tiempo y el lugar en el que deben vivir.
En Dios vivimos nos movemos y existimos.
Hechos 17:25-26, 28
Tú fuiste quien formo todo mi cuerpo; tu me formaste en el vientre de mi madre.
Te alabo porque estoy maravillado, porque es grandioso lo que has hecho. Tus ojos vieron mi cuerpo en formación; todo eso esta escrito en tu libro.
Salmo 139:13-14, 16
Tú estás separado de Dios
El pecado rompe la relación con Dios, el pecado es vivir a tu manera, independiente de Dios.
Todos han pecado y estamos lejos de la presencia gloriosa de Dios.
Romanos 3:23
Todos nosotros nos perdimos como ovejas, siguiendo cada uno su propio camino.
Isaías 53:6
Las maldades cometidas por nosotros han levantado una barrera entre nosotros y Dios, nuestros pecados han hecho que el se cubra su rostro y no nos pueda oír.
Isaías 59:2
Tú eres amado por Dios
Te ama tanto que se ha ocupado de tu separación. Esto lo hizo enviando a su hijo Jesucristo, a morir en nuestro lugar.
Dios mostró su amor hacia nosotros al enviar a su Hijo único al mundo para que tengamos vida por él. El amor consiste en esto: no es que nosotros hallamos amado a Dios, sino que el nos amo a nosotros y envió a su Hijo, para que ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados.
1 Juan 4:9-10
Dios prueba que nos ama en que, cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.
Romanos 5:8
Cristo no cometió pecado alguno; pero por causa nuestra, Dios lo hizo pecado, para hacernos a nosotros justicia de Dios en Cristo Jesús.
2 Corintios 5:21
Tú puedes conocer a Dios
Conocerle, a pesar de que el es Dios Todopoderoso
Dios amo tanto el mundo que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en el no muera, sino que tenga vida eterna.
Juan 3:16
La vida eterna consiste en que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tu enviaste.
Juan 17:3
Busquen al Señor mientras pueda ser hallado, llámenlo mientras esta cerca. Que el malvado deje su camino, que el perverso deje sus ideas; vuélvanse al señor, y el tendrá compasión de nosotros; vuélvanse a nuestro Dios que el es generoso para perdonar.
Isaías 55:6-7
Como iniciar esta relación
Hablemos con Dios pidámosle perdón por haber vivido independientemente de él.
Si confesamos nuestros pecados, podemos confiar en que Dios, que es justo, nos perdonara nuestros pecados y nos limpiara de toda maldad.
1 Juan 1:9
Acepta que solo Jesús puede llevarte a Dios
En ningún otro hay salvación, porque en todo el mundo Dios no nos ha dado otra persona por la cual podamos ser salvos.
Hechos 4:12
Cristo mismo sufrió la muerte por nuestros pecados, una ves para siempre. El era inocente, pero sufrió por los malos para llevarnos a todos nosotros a Dios. En su fragilidad humana murió; pero resucitó con una vida espiritual.
1 Pedro 3:18
Cristo mismo llevo nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, para que nosotros muramos al pecado y vivamos una vida de rectitud.
1 Pedro 2:24
Vuélvete a Dios y recibe el poder del Espíritu Santo para vivir tal como Dios quiere.
Dios. Ahora ordena a todos, en todas partes que se vuelvan a él.
Hechos 17:30
Volvámonos a Dios y convirtámonos para que sean borrados nuestros pecados.
Hechos 3:19
Nosotros abrazamos la fe, por lo cual somos sellados como propiedad de Dios por el Espíritu Santo, que Dios prometió.
Efesios 1:3
miércoles, 25 de noviembre de 2009
La Educación De Los Justificados.
Para aprender sabiduría e instrucción, para discernir dichos profundos, para recibir instrucción en sabia conducta, justicia, juicio y equidad” Proverbios 1:2-3
Para Aprender – ¿Qué significa “aprender sabiduría?” Bien, si eres griego, significa que retendrás información asociada con un tema. En este caso, el tema es sabiduría por lo que podría concluir que conocer sabiduría es conocer lo que necesito saber para lograr que la vida funcione de la manera en que debe funcionar.
En el mundo griego, las personas me llamarían sabio si soy capaz de tomar las decisiones adecuadas. Usualmente asociamos sabiduría con valores morales. Un hombre sabio es quién discierne correctamente la diferencia entre lo bueno y lo malo. Así que desde la perspectiva griega, conocer sabiduría es saber la diferencia entre lo bueno y lo malo. ¿Comienza a parecerle familiar?
¿Cómo cambia esta explicación si doy pasos dentro del mundo hebreo? A fin de cuentas, los proverbios de Salomón no han sido escritos desde la perspectiva griega. El énfasis cambia dramáticamente, de comprender la información sobre el bien y el mal hacia la experiencia de la práctica de tomar decisiones santas. En la perspectiva hebrea, estoy consciente cuando hago esto. Por lo tanto, el conocimiento viene como resultado de la acción, no de la comprensión intelectual.
Poseer sabiduría es actuar justamente. Hasta que mi pensamiento se convierte en acción, en realidad no sé nada. El saber es el proceso de internalizar personalmente aquello de lo que me percato para que mi comportamiento se transforme según ese conocimiento. Para el hebreo, el saber siempre es personal. No es recaudación de hechos. Es aquello que altera como vivimos.
Esta diferencia es esencial a la comprensión del concepto Neo testamentario de “conocer a Cristo.” Si mi vida no se ve alterada, si no hay señales de transformación según el carácter de Yeshua, entonces desde la perspectiva hebrea, nunca lo conocí. Mi declaración de comprender los datos sobre Jesús no significa nada. A menos que mi vida cambie, no sé quién es El.
Ahora este cambio también tiene implicaciones para comprender la Palabra de Dios. Conlleva la implicación de sabiduría que viene después de la relación, no antes. Implica que conocer a Dios es lo mismo que alinear mi vida con Su dirección. En otras palabras, la obediencia precede la comprensión.
Obedezco para ser capaz de comprender, no porque comprendo. Mientras retengo mi obediencia, permaneceré en la oscuridad. No puedo adquirir sabiduría hasta que obedezca primero.
Esto es exactamente inverso a nuestra epistemología (como sabemos) basada en el esquema griego. En el mundo griego, recogemos información antes de tomar una decisión. Pero en el mundo hebreo, decidimos antes de comprender. Piénsalo por un minuto. Parece locura. ¿Cómo puedo saber que debo decidir a menos que tenga la información correcta?
¿Quién propondría una teoría sobre las funciones del universo sin observar primero los hechos del universo? Esta clase de ciencia inversa lleva a teorías como la tierra plana y la alquimia. ¿Acaso la Biblia realmente sugiere que la ciencia debe llevarse a cabo sin evaluar los hechos?
¡Claro que no! Pero la epistemología de la Biblia no se interesa en el método científico. Se interesa en la santidad. Y en cuanto a la santidad, yo no puedo contestar la pregunta, “¿Qué debo hacer para estar en la relación correcta con Dios?” examinando primero los datos sobre mí y el mundo. Para responder esa pregunta, debo someterme a Su declaración antes de comprender la transformación espiritual.
En otras palabras, en lo referente a la santidad, la respuesta me es revelada, no la descubro. Por lo tanto, solo aprendo después de obedecer. Acepto la evaluación de Dios y Su juicio en vez del mío. Confío en Su Palabra en vez de confiar en mi determinación. Es entonces cuando me revela el resto.
Si alguna vez te has preguntado porque hay tantas personas que dicen, “intenté leer la Biblia pero no comprendo nada,” ahora ya conoces la respuesta. La obediencia viene primero. Dios viene a mí, me confronta y solicita mi obediencia. Hasta que acepte su propuesta, nada tendrá mucho sentido. Después que obedezco, descubro verdades que han estado presentes pero escondidas de mis ojos.
¿Quieres conocer sabiduría? Comienza donde Dios te pide que te sometas a Él. De nada sirve intentar evitarlo. Si deseas aprender la verdad, primero debes hacer la verdad que te muestran.
Dr. Skip Moen.
sábado, 7 de noviembre de 2009
Para permanecer sanos, la mayoría de nosotros tenemos tres comidas cada día. Necesitamos alimentarnos para estar sanos y crecer, y apartamos tiempo cada día para las comidas.
¿Cenó usted todos los días la semana pasada? ¿Tuvo su almuerzo cada día la semana pasada? ¿Las personas dicen a menudo, “he estado tan ocupada hoy día, que no he tenido tiempo para almorzar o cenar”? No, usualmente se toman el tiempo y se dan el tiempo para comer.
¿Cuántas veces se alimenta usted de la Palabra de Dios? ¿Una vez a la semana? ¿Dos veces a la semana? ¿Todos los días? El Señor Jesús dijo que la gente necesita más que solamente pan para vivir. ¿Qué otra cosa necesita el hombre para vivir (Mateo 4:4)? _____________________. ¿Que clase de alimento era el que más disfrutaba Job (Job 23:12)? _____________________________
¿Cuándo puede leer la Palabra de Dios? Uno de los lugares donde se lee la Palabra de Dios es la iglesia. Puede leer la Biblia en sus clases de Escuela Dominical y en otras clases. Durante el culto puede leer la Biblia (en silencio o en voz alta) durante la lectura bíblica. Durante el sermón puede seguir en silencio la lectura, mientras el pastor lee la Biblia en voz alta. Puede escuchar atentamente mientras el pastor explica el significado de los versículos.
En casa hay tiempos de lectura bíblica. Algunas familias tienen un tiempo especial en que todos se reúnen para leer la Palabra de Dios y para orar. Estas son buenas oportunidades para alimentarse de la Palabra de Dios.
Es importante también encontrar tiempo para leer la Biblia por usted mismo. Aparte un tiempo durante el día en que pueda sentarse y abrir su Biblia. Muchos cristianos piensan que el mejor momento para hacerlo es en la mañana, porque pueden empezar el día escuchando a Dios por medio de su Palabra. Otros disfrutan leyendo la Biblia en la tarde o antes de acostarse. Usted necesita encontrar el tiempo que más le acomode—un tiempo de tranquilidad en que no lo molesten. Tratar de leer frente al televisor no será de mucho beneficio.
Adquiera el hábito de leer. Hay muchas cosas que hacemos continuamente porque estamos habituados a hacerlas. Nos vestimos y desvestimos todos los días. Nos cepillamos los dientes. Nos sentamos a la mesa para comer. Todas estas cosas las hacemos todos los días. ¿Por qué no hacemos parte de nuestra rutina diaria la lectura de la Biblia?
Leer regularmente (día tras día) es más importante que leer durante mucho tiempo en un día. Por ejemplo, suponga que en una semana usted leyera su Biblia el lunes durante una hora, pero el resto de la semana no leyera nada su Biblia. La semana siguiente usted lee su Biblia durante 10 minutos cada día (10 minutos cada día por siete días). ¿Durante cual semana usted ha leído más?
Qué es más sano, ¿tener una gran fiesta el lunes y no comer el resto de la semana o comer regularmente durante cada día de la semana?
2. Lea Pausadamente.
Lo importante no es cuánto usted penetra en la Palabra de Dios, sino cuánto de la Palabra de Dios penetra en usted. Es mejor leer y entender un versículo, que leer tres capítulos y no recordar nada de lo leído. Es mejor leer un poco con entendimiento, que leer mucho apresuradamente.
De acuerdo a 1 Corintios 14:19, Pablo prefería hablar cinco palabras con entendimiento que ____
______ palabras en lengua desconocida (idioma extraño) que no puede ser entendido. Lo mismo es cierto respecto a la lectura bíblica. Es mejor leer cinco palabras pausadamente y con cuidado, para entenderlas, que leer 10.000 palabras apresuradamente sin entender lo que se ha leído.
miércoles, 28 de octubre de 2009
El Ruego De Un Adolescente
Cuando te pido que me escuches y comienzas a darme consejos, no has entendido lo que te pedí.
Cuando te pido que me escuches y comienzas a decirme por qué no debo sentirme de tal manera, pisoteas mis sentimientos.
Cuando te pido que me escuches y sientes que debes hacer algo para resolver mi problema, me has fallado, aunque te suene raro.
¡Escucha!
Lo único que te pedí fue que me escuches. y no hables o hagas algo, solo escúchame.
Yo sé valerme por mí mismo. No soy un inútil. Cuando haces algo por mí, que yo mismo puedo y debo hacer, contribuyes a mis sentimientos de temor e insuficiencia. Pero, cuando aceptas como un simple hecho lo que yo siento, sin importar cuán irracional parezca, entonces puedo cesar de intentar convencerte y dedicarme a comprender lo que hay detrás de tales sentimientos irracionales.
Y cuando esté claro, las respuestas son obvias.
Quizás esta es la razón por la que es tan eficaz la oración; porque Dios escucha en silencio.
Eclesiastés 3:1,7
Todo tiene su tiempo…
tiempo de callar y tiempo de hablar.
domingo, 27 de septiembre de 2009
Hijo mío, está atento a mi sabiduría,
y a mi inteligencia inclina tu oido,
Para que guardes consejo, y tus labios
conserven la ciencia.
Porque los labios de la mujer extraña
destilan miel,
y su paladar es más blando que el aceite;
mas su fin es amargo como el ajenjo,
agudo como espada de dos filos.
Sus pies descienden a la muerte;
sus pasos conducen al Seol.
Sus caminos son inestables;
no los conocerás, si no considerares
el camino de vida.
Ahora pues, hijos, oidme, y no os
apartéis de las razones de mi boca.
Aleja de ella tu camino,
y no te acerques a la puerta de su casa;
para que no des a los extraños tu honor,
y tus años al cruel;
No sea que extraños se sacien de tu fuerza,
y tus trabajos estén en casa del extraño;
y gimas al final, cuando se consuma
tu carne y tu cuerpo, y digas:
¡Cómo aborrecí el consejo, y mi corazón
menospreció la reprensión;
No oí la voz de los que me instruían, y
a los que me enseñaban no incliné mi oido!
Casi en todo mal he estado, en medio
de la sociedad y de la congregación.
Bebe el agua de tu misma cisterna,
y los raudales de tu propio pozo.
¿Se derramarán tus fuentes por las calles,
y tus corrientes de aguas por las plazas?
Sean para tí solo, y no los extraños contigo
<><><><><>
Prenderán al impío sus propias iniquidades,
y retenido será con las cuerdas de su pecado.
El morirá por falta de corrección,
y errará por lo inmenso de su locura.
<><><><><>
Hijo mío, guarda mis razones, y
atesora contigo mis mandamientos.
Guarda mis mandamientos y vivirás,
y mi ley como la niña de tus ojos.
Lígalos a tus dedos;
escríbelos en la tabla de tu corazón.
Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana,
y a la inteligencia llama parienta;
Para que te guarden de la mujer ajena, y
de la extraña que ablanda sus palabras.
PROVERBIOS 5:1-17, 22-23, 7:1-5
y a mi inteligencia inclina tu oido,
Para que guardes consejo, y tus labios
conserven la ciencia.
Porque los labios de la mujer extraña
destilan miel,
y su paladar es más blando que el aceite;
mas su fin es amargo como el ajenjo,
agudo como espada de dos filos.
Sus pies descienden a la muerte;
sus pasos conducen al Seol.
Sus caminos son inestables;
no los conocerás, si no considerares
el camino de vida.
Ahora pues, hijos, oidme, y no os
apartéis de las razones de mi boca.
Aleja de ella tu camino,
y no te acerques a la puerta de su casa;
para que no des a los extraños tu honor,
y tus años al cruel;
No sea que extraños se sacien de tu fuerza,
y tus trabajos estén en casa del extraño;
y gimas al final, cuando se consuma
tu carne y tu cuerpo, y digas:
¡Cómo aborrecí el consejo, y mi corazón
menospreció la reprensión;
No oí la voz de los que me instruían, y
a los que me enseñaban no incliné mi oido!
Casi en todo mal he estado, en medio
de la sociedad y de la congregación.
Bebe el agua de tu misma cisterna,
y los raudales de tu propio pozo.
¿Se derramarán tus fuentes por las calles,
y tus corrientes de aguas por las plazas?
Sean para tí solo, y no los extraños contigo
<><><><><>
Prenderán al impío sus propias iniquidades,
y retenido será con las cuerdas de su pecado.
El morirá por falta de corrección,
y errará por lo inmenso de su locura.
<><><><><>
Hijo mío, guarda mis razones, y
atesora contigo mis mandamientos.
Guarda mis mandamientos y vivirás,
y mi ley como la niña de tus ojos.
Lígalos a tus dedos;
escríbelos en la tabla de tu corazón.
Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana,
y a la inteligencia llama parienta;
Para que te guarden de la mujer ajena, y
de la extraña que ablanda sus palabras.
PROVERBIOS 5:1-17, 22-23, 7:1-5
martes, 8 de septiembre de 2009
Hace años puse un panal de abejas para alimentar a algunas de ellas que tenían una colmena a poca distancia. Para comenzar el proceso capturé una abeja en un vaso, la coloqué sobre el panal, y esperé hasta que la abeja descubriera el tesoro. Cuando estuvo llena y satisfecha, voló directamente a la colmena. Después de un momento, la abeja regresó con una docena de abejas más. Éstas, a su vez, trajeron muchas más, hasta que finalmente un enjambre de abejas cubrió el panal. Al poco tiempo habían transportado toda la miel a la colmena.
¡Qué lección para nosotros! ¿Estamos hablándoles a los demás de Aquel a quien encontramos? Cristo nos ha encargado la proclamación de las «buenas nuevas». ¿Debemos nosotros, los que hemos encontrado miel en la Roca –Jesucristo– ser menos considerados con los demás que las abejas?
Los cuatro leprosos que se sentaron fuera de la puerta de Samaria, después que encontraron comida en las tiendas de los sirios que habían huido por la noche, comunicaron las buenas nuevas. Se dijeron unos a otros: «No estamos haciendo bien. Hoy es día de buenas nuevas, pero nosotros estamos callados. . . . Vamos pues, ahora, y entremos a dar la noticia a la casa del rey» (2 Reyes 7:9).
Salmo 107:2
Díganlo los redimidos del Señor. . . .
sábado, 8 de agosto de 2009
TIEMPO DE ORACIÓN
Unos años atrás, un anuncio de televisión enfocaba el rostro sonriente de una preciosa joven. Aparecía mirando hacia abajo y evidentemente ocupada con cierta tarea, aunque no se veía lo que hacía. Mientras desempeñaba su labor, ella oraba. El anuncio hacia énfasis en ocupar tiempo para orar, aunque tuvieran que desarrollarse otros deberes durante el día.
Cuando el movimiento de la cámara mostró un panorama más amplio, se vio claramente que la joven cambiaba el pañal a su bebé.
¡Qué hermosa ilustración acerca de lo fácil que es para nosotros hablar con el Señor! Tal vez le sea difícil apartar un tiempo, aun breve, cada mañana, pero en el transcurso de las veinticuatro horas del día, podemos con creatividad encontrar unos instantes y dedicarlos a Dios.
Murmuramos y rechinamos,
Nos enfurecemos y estallamos,
Hablamos entre dientes y rezongamos,
Nuestros sentimientos resultan dañados.
No podemos entender
Nuestra visión se nubla más y más,
Y todo lo que necesitamos es:
Tener un momento con Él.
La mayoría de nosotros estamos tan ocupados durante el día que se nos hace muy difícil apartar una porción de tiempo para orar, y no precisamente para una breve plegaria de gratitud, sino unos momentos de genuina comunicación con el Señor.
Dios anhela que tengamos este tiempo juntos, y nosotros lo necesitamos. Hay ocasiones para estar a solas con el Salvador, pero es necesario que con gran empeño las busquemos.
Eclesiastés 3:11
Él ha hecho todo apropiado a su tiempo.
Cuando el movimiento de la cámara mostró un panorama más amplio, se vio claramente que la joven cambiaba el pañal a su bebé.
¡Qué hermosa ilustración acerca de lo fácil que es para nosotros hablar con el Señor! Tal vez le sea difícil apartar un tiempo, aun breve, cada mañana, pero en el transcurso de las veinticuatro horas del día, podemos con creatividad encontrar unos instantes y dedicarlos a Dios.
Murmuramos y rechinamos,
Nos enfurecemos y estallamos,
Hablamos entre dientes y rezongamos,
Nuestros sentimientos resultan dañados.
No podemos entender
Nuestra visión se nubla más y más,
Y todo lo que necesitamos es:
Tener un momento con Él.
La mayoría de nosotros estamos tan ocupados durante el día que se nos hace muy difícil apartar una porción de tiempo para orar, y no precisamente para una breve plegaria de gratitud, sino unos momentos de genuina comunicación con el Señor.
Dios anhela que tengamos este tiempo juntos, y nosotros lo necesitamos. Hay ocasiones para estar a solas con el Salvador, pero es necesario que con gran empeño las busquemos.
Eclesiastés 3:11
Él ha hecho todo apropiado a su tiempo.
domingo, 12 de julio de 2009
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” Isaias 41:10
El día que fuí a llevar a mi hijo por primera vez a la escuela, recordé el día cuando el Señor me lo dió y él vino al mundo. Fue un milagro, no podia creer que ya era papá. Pero al ver ese pequeño en mis manos, pude decir, este es un milagro de Dios.
No era muy sentimental, pero ese día que el primer hijo nació, me torne muy sentimental, algo se volvió tierno dentro de mi. Sin embargo, el tiempo vuela rápido y al verlo ya un adulto, quedo sorprendido. Aún recuerdo como crecía año tras año y mientras el crecía, crecía también dentro de mí el amor y el cuidado por él. Hoy , se que que es igual con mi padre celestial.
Él ha prometido que jamás me dejará y que siempre me sustentará. Se que ha medida que envejezdo, su amor se renueva día a día por mi.
El Señor es tan bueno a nosotros, él promete nunca abandonarme. Él me sustenta con su mano derecha. Oh, cómo yo quisiera seguir sustentando a mis hijos de la mano derecha, para prever cada paso que ellos dan y para llevarlos día a día por el buen camino y confortarlos cuando las cosas les salgan mal, pero ya no es posible, ya crecieron, pero para Dios yo aúnque crecido sigo contando con su mano.
Él sigue a mi lado y por eso yo lo exalto y lo glorifico con todo mi corazón. Por eso el Salmista pudo expresar con total confianza estas palabras: “ Tu misericordia es mejor que la vida y por ellos mis labios te alabaran,. Yo te bendeciré mientras viva y levantaré mis manos en tu nombre. Mi alma estará satisfecha y mi boca proclamará cantos de alabanza”. No es para menos, lo menos que puedo hacer para el padre que siempre me acompaña es adorarlo y exaltarlo.
Bendecido es el hombre y la mujer que se gozan en el Señor. Hay satisfacción interna profunda cuando valoramos la presencia y la compañía del Señor. Satisfacción al saber que estoy bajo la sombra de sus alas y rodeado por su amor bondadoso y colmados de bendiciones. Este es un buen día para caminar con esa confianza total en el padre celestial.
Señor, Gracias por sustentarme y sostenerme con tu diestra, por eso puedo decir a mi alma , bendice al Señor, Oh alma mía y no olvides ninguno de sus beneficios, porque él es quien perdona todas tus iniquidades y quién sana tus enfermedades y quién redime tu vida de la destrucción, quién te corona de favores y misericordias y quién satisface tu boca de buenas cosas y además quien renova tus fuerzas como las aguilas. Señor, en este día quiero vivir muy agradecido por tus bondades y misericordias. Gracias por tu sustento y tu fuerza. Amén.
domingo, 28 de junio de 2009
Una joven pareja cristiana se mudó a otra ciudad, lejos de la familia y los amigos. Llegó la mudanza, la pareja desempacó sus pertenencias y el marido empezó a trabajar a la semana siguiente. Todos los días al llegar a su casa, su esposa lo recibía en la puerta con una nueva queja.
- “Aquí hace mucho calor”.
- “Los vecinos no son amigables”.
- “La casa es muy chica”.
- “Los niños me están volviendo loca”.
Y cada tarde, su esposo la abrazaba mientras escuchaba sus comentarios negativos. Lo siento, le decía, “¿qué puedo hacer para ayudarte?”
Su esposa se calmaba y se secaba las lágrimas, pero empezaba con lo mismo al día siguiente.
Una tarde, su marido llegó a su casa con una hermosa planta con flores. Encontró un sitio apropiado en el jardín y la plantó. “Querida, le dijo, cada vez que te sientas triste, sal al jardín. Imagina que eres esa plantita, y mira como crece en tu jardín”.
Cada semana traía a casa un árbol nuevo, o rosales, o plantas y las plantaba en el jardín. Su esposa cortó algunas flores y se las llevó a una vecina. Cada mañana regaba el jardín y observaba el crecimiento de las plantas.
También creció la amistad con otras mujeres de la cuadra y le pidieron consejo con sus jardines. Muy pronto, también le estaban pidiendo consejo espiritual.
Al finalizar el año siguiente, el jardín de esta pareja se parecía a los jardines que aparecen en la revista Buen Hogar.
Nuestro Padre Celestial sabe que todos tenemos que aprender a florecer en el lugar en el cual hemos sido trasplantados. Con su sabio toque de amor, no sólo vamos a florecer sino que vamos a producir continuamente el fruto del amor, la ternura y el contentamiento.
- “Aquí hace mucho calor”.
- “Los vecinos no son amigables”.
- “La casa es muy chica”.
- “Los niños me están volviendo loca”.
Y cada tarde, su esposo la abrazaba mientras escuchaba sus comentarios negativos. Lo siento, le decía, “¿qué puedo hacer para ayudarte?”
Su esposa se calmaba y se secaba las lágrimas, pero empezaba con lo mismo al día siguiente.
Una tarde, su marido llegó a su casa con una hermosa planta con flores. Encontró un sitio apropiado en el jardín y la plantó. “Querida, le dijo, cada vez que te sientas triste, sal al jardín. Imagina que eres esa plantita, y mira como crece en tu jardín”.
Cada semana traía a casa un árbol nuevo, o rosales, o plantas y las plantaba en el jardín. Su esposa cortó algunas flores y se las llevó a una vecina. Cada mañana regaba el jardín y observaba el crecimiento de las plantas.
También creció la amistad con otras mujeres de la cuadra y le pidieron consejo con sus jardines. Muy pronto, también le estaban pidiendo consejo espiritual.
Al finalizar el año siguiente, el jardín de esta pareja se parecía a los jardines que aparecen en la revista Buen Hogar.
Nuestro Padre Celestial sabe que todos tenemos que aprender a florecer en el lugar en el cual hemos sido trasplantados. Con su sabio toque de amor, no sólo vamos a florecer sino que vamos a producir continuamente el fruto del amor, la ternura y el contentamiento.
Marca la diferencia.
2Co 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
domingo, 14 de junio de 2009
domingo, 7 de junio de 2009
Pasa El Ladrillo
¿Has observado alguna vez a obreros de la construcción trabajando en un edificio a distintos niveles de andamios, pasando los ladrillos del nivel inferior al andamio de arriba y de allí al siguiente? El trabajo avanza mientras cada ladrillo al llegar a un nivel es descargado y luego pasado al nivel siguiente.
¿Qué ocurriría si uno de los obreros del nivel intermedio no entregara sus ladrillos y al mismo tiempo le fuera alcanzada otra fila? ¿Qué si el hombre del nivel superior se negara a recibir su carga de ladrillos? El pobre hombre del nivel medio sería aplastado por la carga de ladrillos.
Eso es precisamente lo que nos ocurre en la esfera invisible. Cuando el primer problema nos alcanza fracasamos en no mandarlo “hacia arriba”, y pronto nos sentimos presionados y oprimidos. Luego viene un segundo problema y un tercer problema y paulatinamente nos debilitamos hasta que finalmente quedamos aplastados bajo la carga.
El remedio es tan sencillo. Tan pronto como una ansiedad nos amenace debemos pasarla de inmediato “hacia arriba”.
1 Pedro 5:7
echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
Mateo 11:28
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
¿Qué ocurriría si uno de los obreros del nivel intermedio no entregara sus ladrillos y al mismo tiempo le fuera alcanzada otra fila? ¿Qué si el hombre del nivel superior se negara a recibir su carga de ladrillos? El pobre hombre del nivel medio sería aplastado por la carga de ladrillos.
Eso es precisamente lo que nos ocurre en la esfera invisible. Cuando el primer problema nos alcanza fracasamos en no mandarlo “hacia arriba”, y pronto nos sentimos presionados y oprimidos. Luego viene un segundo problema y un tercer problema y paulatinamente nos debilitamos hasta que finalmente quedamos aplastados bajo la carga.
El remedio es tan sencillo. Tan pronto como una ansiedad nos amenace debemos pasarla de inmediato “hacia arriba”.
1 Pedro 5:7
echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
Mateo 11:28
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
viernes, 5 de junio de 2009
La cera y el papel
Un maestro en la metáfora cuenta que un día la cera se quejaba:
-¡Esto es increíble! -dijo la cera mientras la llama la hacía caer derretida sobre el papel que había dejado.
-No te preocupes - le dijo el papel-, estoy seguro que todo te va a salir bien.
-¡Jamás había sufrido tanto como ahora! - exclamó la cera mientras seguía goteando.
-Esto no ocurre por casualidad, hay un buen designio tras todo, y ya verás que va a tener un buen fin -replicó el papel.
La cera no pudo responder de inmediato, pero cuando miró hacia arriba tenía una hermosa impresión en el rostro: el sello que se le había aplicado.
-¡Ah, ahora entiendo! -dijo la cera-. Me derritieron para que pudiera recibir esta hermosa y duradera impresión.
Sus sufrimientos ya habían terminado.
No es bueno gemir ni quejarse,
es tan fácil regocijarse.
Cuando Dios la lluvia envía
pienso, ¡esta lluvia es mía!
Dios usa la aflicción en la misma forma que usa la lluvia para el pasto verde.
Debemos ir a la gloria por el camino de la doliente cruz. En ninguna parte se nos ha prometido que volaríamos al cielo en un colchón de plumas, por lo que no debemos desalentarnos cuando el camino se nos presenta áspero, tal como lo transitaron nuestros padres antes que nosotros. -C.H. Spurgeon.
Antes pensaba que los dones de Dios estaban en estanterías puestas sobre la otra, y que mientras más creciéramos en el carácter cristiano, más fácil nos resultaría alcanzarlos. Pero he descubierto que los dones de Dios están en repisas colocadas una debajo de la otra, y que no es cuestión de crecer para alcanzarlas, sino de ir cada vez más abajo. Tenemos que descender siempre para obtener sus preciosos dones. -F.B. Meyer.
Salmo 119:67
Antes que fuera humillado, descarriado andaba; mas ahora guardo tu palabra.
-¡Esto es increíble! -dijo la cera mientras la llama la hacía caer derretida sobre el papel que había dejado.
-No te preocupes - le dijo el papel-, estoy seguro que todo te va a salir bien.
-¡Jamás había sufrido tanto como ahora! - exclamó la cera mientras seguía goteando.
-Esto no ocurre por casualidad, hay un buen designio tras todo, y ya verás que va a tener un buen fin -replicó el papel.
La cera no pudo responder de inmediato, pero cuando miró hacia arriba tenía una hermosa impresión en el rostro: el sello que se le había aplicado.
-¡Ah, ahora entiendo! -dijo la cera-. Me derritieron para que pudiera recibir esta hermosa y duradera impresión.
Sus sufrimientos ya habían terminado.
No es bueno gemir ni quejarse,
es tan fácil regocijarse.
Cuando Dios la lluvia envía
pienso, ¡esta lluvia es mía!
Dios usa la aflicción en la misma forma que usa la lluvia para el pasto verde.
Debemos ir a la gloria por el camino de la doliente cruz. En ninguna parte se nos ha prometido que volaríamos al cielo en un colchón de plumas, por lo que no debemos desalentarnos cuando el camino se nos presenta áspero, tal como lo transitaron nuestros padres antes que nosotros. -C.H. Spurgeon.
Antes pensaba que los dones de Dios estaban en estanterías puestas sobre la otra, y que mientras más creciéramos en el carácter cristiano, más fácil nos resultaría alcanzarlos. Pero he descubierto que los dones de Dios están en repisas colocadas una debajo de la otra, y que no es cuestión de crecer para alcanzarlas, sino de ir cada vez más abajo. Tenemos que descender siempre para obtener sus preciosos dones. -F.B. Meyer.
Salmo 119:67
Antes que fuera humillado, descarriado andaba; mas ahora guardo tu palabra.
martes, 26 de mayo de 2009
Un conferencista hablaba sobre el manejo de la tensión.
Levantó un vaso con agua y preguntó al auditorio:
- ¿Cuánto creen ustedes que pesa este vaso con agua?
Las respuestas variaron entre 20 y 500 gramos.
Entonces el conferencista comentó:
- No importa el peso absoluto.
Levantó un vaso con agua y preguntó al auditorio:
- ¿Cuánto creen ustedes que pesa este vaso con agua?
Las respuestas variaron entre 20 y 500 gramos.
Entonces el conferencista comentó:
- No importa el peso absoluto.
Depende de cuánto TIEMPO voy a sostenerlo.
Si lo sostengo por un minuto, no pasa nada.
Si lo sostengo durante una hora, tendré un DOLOR en mi brazo.
Si lo sostengo durante un día completo, tendrán que llamar una ambulancia.
Pero es exactamente el MISMO peso, pero entre más tiempo paso sosteniéndolo, más pesado se va volviendo.
Si lo sostengo por un minuto, no pasa nada.
Si lo sostengo durante una hora, tendré un DOLOR en mi brazo.
Si lo sostengo durante un día completo, tendrán que llamar una ambulancia.
Pero es exactamente el MISMO peso, pero entre más tiempo paso sosteniéndolo, más pesado se va volviendo.
Si cargamos nuestros PESARES, RENCORES u ODIOS todo el tiempo, luego, más temprano o más tarde, ya no seremos capaces de continuar, la carga
se irá volviendo cada vez MAS PESADA y entonces viene la desesperación y la falta de deseos de vivir.
se irá volviendo cada vez MAS PESADA y entonces viene la desesperación y la falta de deseos de vivir.
Mateo 11:28
Jesús dijo “Vengan a mi los que están cansados, fatigados, agobiados y YO los haré descansar.”
Jesús dijo “Vengan a mi los que están cansados, fatigados, agobiados y YO los haré descansar.”
Toma todas tus cargas, PERDONA y anímate a ser Libre por Jesús. Vive! Sé Feliz! Y ante todo, libre…
miércoles, 13 de mayo de 2009
Léeme abuelito léeme
Sus ojos se humedecieron con lágrimas espontáneas mientras Nicole ascendía a su regazo y se acomodaba contra su pecho. Su pelo acabado de lavar y secar, olía a limón. Palpó su mejilla suavemente, mientras ella descendía. Con ojos claros de color azul-verdoso, ella contempló su rostro con expectación, le acercó el raído y familiar libro de cuentos y dijo: “¡Léeme abuelito, léeme!”
“Abuelito” James ajustó cuidadosamente sus anteojos, aclaró su garganta y comenzó a leer la acostumbrada historia. Nicole sabía las palabras de memoria y con emoción “leía” al unísono. A cada rato él omitía una palabra: ella delicadamente le rectificaba. “No, abuelito, no es eso lo que dice. intentemos de nuevo para que lo hagamos bien”.
Ella no tenía idea de cómo su pureza de corazón enternecía su alma o cómo su simple confianza en él, lo conmovía.
La infancia de James había sido diferente, caracterizada por una violencia existencia, recrudecida por un padre distante y exigente. Desde sus cinco años, su padre le hacía trabajar los campos de sol a sol. Los recuerdos de su niñez, a veces se prolongan para acarrear ira y dolor.
Esta primera nieta, sin embargo, trajo gozo y luz a su vida en tal magnitud que desplazó su propia infancia. Él retribuyó su amor y fe con gentileza y dedicación, proporcionando a su mundo seguridad y protección sin medida. La relación entre ambos se conservó siempre. Para Nicole, la misma le proveyó un cimiento para la vida. Para James, sanó un pasado de dolor.
“¡Léeme abuelito, léeme!”
James Dobson definió bien lo anterior, cuando dice: “Los niños no son huéspedes casuales en nuestro hogar.”
Proverbios 17:6
Corona de los ancianos son los hijos de los hijos, y la gloria de los hijos son sus padres.
“Abuelito” James ajustó cuidadosamente sus anteojos, aclaró su garganta y comenzó a leer la acostumbrada historia. Nicole sabía las palabras de memoria y con emoción “leía” al unísono. A cada rato él omitía una palabra: ella delicadamente le rectificaba. “No, abuelito, no es eso lo que dice. intentemos de nuevo para que lo hagamos bien”.
Ella no tenía idea de cómo su pureza de corazón enternecía su alma o cómo su simple confianza en él, lo conmovía.
La infancia de James había sido diferente, caracterizada por una violencia existencia, recrudecida por un padre distante y exigente. Desde sus cinco años, su padre le hacía trabajar los campos de sol a sol. Los recuerdos de su niñez, a veces se prolongan para acarrear ira y dolor.
Esta primera nieta, sin embargo, trajo gozo y luz a su vida en tal magnitud que desplazó su propia infancia. Él retribuyó su amor y fe con gentileza y dedicación, proporcionando a su mundo seguridad y protección sin medida. La relación entre ambos se conservó siempre. Para Nicole, la misma le proveyó un cimiento para la vida. Para James, sanó un pasado de dolor.
“¡Léeme abuelito, léeme!”
James Dobson definió bien lo anterior, cuando dice: “Los niños no son huéspedes casuales en nuestro hogar.”
Proverbios 17:6
Corona de los ancianos son los hijos de los hijos, y la gloria de los hijos son sus padres.
domingo, 19 de abril de 2009
CUÁNDO Y DÓNDE PUEDO RECIBIR LA SALVACIÓN?
La salvación se puede recibir a cualquier hora y en cualquier lugar. Ahora mismo, si usted lo desea, puede hacerlo mediante una oración en la que emplea la fe que Dios ya le ha dado. Al orar, tome los siguientes pasos:
1-Reconozca que es pecador (confesión de pecados)
2-Pídale perdón a Dios por haberlo ofendido (arrepentimiento)
3-Declare con sus labios que Cristo es el Hijo de Dios que murió y resucitó al tercer día para salvarnos (profesión de fe para salvación)
4-Entréguele el control de su vida a Cristo (compromiso personal de vivir para Cristo)
2-Pídale perdón a Dios por haberlo ofendido (arrepentimiento)
3-Declare con sus labios que Cristo es el Hijo de Dios que murió y resucitó al tercer día para salvarnos (profesión de fe para salvación)
4-Entréguele el control de su vida a Cristo (compromiso personal de vivir para Cristo)
Al hacer las paces con Dios y recibir a Cristo como su Salvador, las demás dificultades se solucionarán más fácilmente porque Dios le va a cambiar completamente. La Biblia dice que el creyente en Cristo deja de ser el mismo de antes y se convierte en una persona totalmente diferente. Disfruta de una paz profunda y comienza a amar a otros y a aceptarse a sí mismo. ¡Y surge una nueva vida! «Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!» (2 Corintios 5:17).
Si usted hizo esta oración, ¡felicitaciones y bienvenido a la familia de Dios! Si aún no la ha hecho, tenga por seguro que Dios seguirá poniendo de su parte para atraerle a la salvación. Hágale caso. La decisión que usted tome afectará su vida por toda la eternidad. «Nosotros, colaboradores de Dios, les rogamos que no reciban su gracia en vano. Porque él dice: "En el momento propicio te escuché, y en el día de salvación te ayudé." Les digo que éste es el momento propicio de Dios; ¡hoy es el día de salvación!» (2 Corintios 6:1,2)
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CUÁNDO Y DÓNDE PUEDO RECIBIR LA SALVACIÓN?
PARA QUIÉN ES LA SALVACIÓN?
La salvación es para todos y se obtiene creyendo en el Hijo de Dios y aceptándolo como Salvador. «Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen. De hecho, no hay distinción, pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios…. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que
Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo» (Romanos 3:22,23;10:8-10). «Y el testimonio es éste: que Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida» (1 Juan 5:11,12).
Dios ama a todo pecador y no quiere que ninguno se pierda, pero debido a que es santo, Él odia el pecado. Por eso envió a su Hijo Jesucristo para salvar, cambiar y dar un nuevo corazón a los que le invitan a ser su Salvador personal. «Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna» (Juan 3:16).
QUÉ ES LA SALVACIÓN?
La salvación consiste en pasar de muerte espiritual a vida eterna. «Ciertamente les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida» (Juan 5:24). «Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor» (Romanos 6:23).
El gran problema en el mundo es el pecado o la desobediencia a las leyes de Dios. El pecado nos separa de Dios, y sin Él, nos metemos cada vez más profundo en el pantano de la miseria, la confusión y la perdición. Dios ha decretado que la paga del pecado es la muerte espiritual eterna.
sábado, 11 de abril de 2009
Hoy… El Señor Me Sustenta.
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” Isaias 41:10
El día que fuí a llevar a mi hijo por primera vez a la escuela, recordé el día cuando el Señor me lo dió y él vino al mundo. Fue un milagro, no podia creer que ya era papá. Pero al ver ese pequeño en mis manos, pude decir, este es un milagro de Dios.
No era muy sentimental, pero ese día que el primer hijo nació, me torne muy sentimental, algo se volvió tierno dentro de mi. Sin embargo, el tiempo vuela rápido y al verlo ya un adulto, quedo sorprendido. Aún recuerdo como crecía año tras año y mientras el crecía, crecía también dentro de mí el amor y el cuidado por él. Hoy , se que que es igual con mi padre celestial.
Él ha prometido que jamás me dejará y que siempre me sustentará. Se que ha medida que envejezdo, su amor se renueva día a día por mi.
El Señor es tan bueno a nosotros, él promete nunca abandonarme. Él me sustenta con su mano derecha.
Oh, cómo yo quisiera seguir sustentando a mis hijos de la mano derecha, para prever cada paso que ellos dan y para llevarlos día a día por el buen camino y confortarlos cuando las cosas les salgan mal, pero ya no es posible, ya crecieron, pero para Dios yo aúnque crecido sigo contando con su mano.
Él sigue a mi lado y por eso yo lo exalto y lo glorifico con todo mi corazón. Por eso el Salmista pudo expresar con total confianza estas palabras: “ Tu misericordia es mejor que la vida y por ellos mis labios te alabaran,. Yo te bendeciré mientras viva y levantaré mis manos en tu nombre. Mi alma estará satisfecha y mi boca proclamará cantos de alabanza”. No es para menos, lo menos que puedo hacer para el padre que siempre me acompaña es adorarlo y exaltarlo.
Bendecido es el hombre y la mujer que se gozan en el Señor. Hay satisfacción interna profunda cuando valoramos la presencia y la compañía del Señor. Satisfacción al saber que estoy bajo la sombra de sus alas y rodeado por su amor bondadoso y colmados de bendiciones. Este es un buen día para caminar con esa confianza total en el padre celestial.
Bendecido es el hombre y la mujer que se gozan en el Señor. Hay satisfacción interna profunda cuando valoramos la presencia y la compañía del Señor. Satisfacción al saber que estoy bajo la sombra de sus alas y rodeado por su amor bondadoso y colmados de bendiciones. Este es un buen día para caminar con esa confianza total en el padre celestial.
Señor, Gracias por sustentarme y sostenerme con tu diestra, por eso puedo decir a mi alma , bendice al Señor, Oh alma mía y no olvides ninguno de sus beneficios, porque él es quien perdona todas tus iniquidades y quién sana tus enfermedades y quién redime tu vida de la destrucción, quién te corona de favores y misericordias y quién satisface tu boca de buenas cosas y además quien renova tus fuerzas como las aguilas. Señor, en este día quiero vivir muy agradecido por tus bonddes y misericordias. Gracias por tu sustento y tu fuerza. Amén.
domingo, 5 de abril de 2009
Mi paz os dejo… mi paz os doy
Palabras literales del Señor Jesús a sus discípulos fueron estas:
“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.”
(San Juan 14:27)Creo que hay algo de lo que carece la sociedad hoy en día y es precisamente de esta paz.Los seres humanos van por ahí gritando la palabra PAZ, de manera que terminen las guerras y los conflictos… Bueno esa es la paz terrenal o la paz que nuestra limitada mente puede entender.
Pero claramente, la paz de la que habló el Señor Jesús era otra pues dice, YO NO LA DOY COMO EL MUNDO LA DA.
Entiendo por tanto, que esa paz que ofrece el Señor NO ES la ausencia de problemas o conflictos, sino que es la Fortaleza para enfrentar los conflictos sin perder la razón.
Es la paz para pensar en las mejores decisiones, elegir los caminos mas adecuados y conservar la calma en medio de las tempestades.
La paz que Dios nos da es precisamente esa… la que te ayudará a navegar en tranquilidad en medio de un mundo tormentoso.No es la ausencia de problemas, es la grandeza para enfrentarlos.
Por eso habla de no tener miedo, el miedo te paraliza. Entonces, si tienes la paz de Dios no tendrás miedo a la tormenta, ni al mañana…
Pero claramente, la paz de la que habló el Señor Jesús era otra pues dice, YO NO LA DOY COMO EL MUNDO LA DA.
Entiendo por tanto, que esa paz que ofrece el Señor NO ES la ausencia de problemas o conflictos, sino que es la Fortaleza para enfrentar los conflictos sin perder la razón.
Es la paz para pensar en las mejores decisiones, elegir los caminos mas adecuados y conservar la calma en medio de las tempestades.
La paz que Dios nos da es precisamente esa… la que te ayudará a navegar en tranquilidad en medio de un mundo tormentoso.No es la ausencia de problemas, es la grandeza para enfrentarlos.
Por eso habla de no tener miedo, el miedo te paraliza. Entonces, si tienes la paz de Dios no tendrás miedo a la tormenta, ni al mañana…
jueves, 26 de marzo de 2009
Ser o no ser
2 Corintios 1:8 Fuimos abrumados sobremanera…, de tal modo que aun perdimos la esperanza de conservar la vida.
Cuando yo era pequeño, los niños en el parque citaban en broma la famosa frase de Shakespeare: «Ser o no ser; esa es la cuestión». Pero en realidad no entendíamos lo que significaba. Más tarde supe que el personaje de Shakespeare, Hamlet, quien dice estas líneas, es un príncipe melancólico que se entera de que su tío ha asesinado a su padre y se ha casado con su madre.
El horror de esta realidad es tan perturbador que él piensa en el suicidio. Su duda era: «ser» (continuar viviendo) o «no ser» (quitarse la vida).
A veces, el sufrimiento de la vida puede llegar a ser tan abrumador que somos tentados a caer en la desesperación.
Cuando yo era pequeño, los niños en el parque citaban en broma la famosa frase de Shakespeare: «Ser o no ser; esa es la cuestión». Pero en realidad no entendíamos lo que significaba. Más tarde supe que el personaje de Shakespeare, Hamlet, quien dice estas líneas, es un príncipe melancólico que se entera de que su tío ha asesinado a su padre y se ha casado con su madre.
El horror de esta realidad es tan perturbador que él piensa en el suicidio. Su duda era: «ser» (continuar viviendo) o «no ser» (quitarse la vida).
A veces, el sufrimiento de la vida puede llegar a ser tan abrumador que somos tentados a caer en la desesperación.
El apóstol Pablo le dijo a la iglesia en Corinto que la persecución que él había padecido en Asia había sido tan intensa, que «aun perdí la esperanza de conservar la vida» (2 Corintios 1:8).
Pero al trasladar su enfoque hacia su Dios, el sustentador de su vida, Pablo adquirió una capacidad de recuperación en vez de abrumarse, y llegó a la conclusión de que «no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios» (v. 9).
Las pruebas pueden hacer parecer que la vida no vale la pena. Centrarnos en nosotros mismos puede llevarnos a la desesperación.
Pero poner nuestra confianza en Dios nos da una perspectiva completamente diferente.
Mientras vivamos en este mundo, podemos tener la certeza de que nuestro Dios Todo-suficiente puede sostenernos. Y como Sus seguidores, siempre tendremos un propósito divino para «ser».
Pero al trasladar su enfoque hacia su Dios, el sustentador de su vida, Pablo adquirió una capacidad de recuperación en vez de abrumarse, y llegó a la conclusión de que «no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios» (v. 9).
Las pruebas pueden hacer parecer que la vida no vale la pena. Centrarnos en nosotros mismos puede llevarnos a la desesperación.
Pero poner nuestra confianza en Dios nos da una perspectiva completamente diferente.
Mientras vivamos en este mundo, podemos tener la certeza de que nuestro Dios Todo-suficiente puede sostenernos. Y como Sus seguidores, siempre tendremos un propósito divino para «ser».
jueves, 19 de marzo de 2009
El precio de la oración, Sambo un esclavo fiel
Sambo fué un esclavo negro que vivió en la región Sur de los Estados Unidos.
Era un Cristiano muy alegre y un fiel sirviente, pero su amo al encontrarse escaso de dinero un día se vio en la necesidad de venderlo. En una ocasión llegó a la casa del amo de Sambo un joven dueño de una plantación para comprarlo.
El joven era inconverso, era un impío pero después de haber hecho los arreglos necesarios sobre el precio de Sambo, este esclavo Cristiano fué vendido a su nuevo dueño.
Al despedirse del joven el antiguo amo dijo: — Ya se dará usted cuenta que Sambo es un trabajador excelente y digno de toda confianza; él complacerá a usted en todo excepto en una cosa.—¿Cuál es esa cosa?—preguntó el nuevo amo.—Que le gusta mucho orar y nunca podrá usted quitar esa inclinación de Sambo pero ese es su único defecto.
— ¡Ah, si! Pues pierda usted cuidado, porque pronto le quitaré ese defecto a latigazos,—recalcó el impío.
—No temo nada,—dijo el antiguo amo. — pero le aconsejo a usted que no lo haga, sería inútil; Sambo preferirá morir a dejar de orar.
Sambo probó su fidelidad al nuevo amo de la misma manera que lo había hecho con su otro amo; pero pronto llego a oídos del amo que Sambo había estado orando. Le mando llamar y dijo: Sambo, no debes volver a orar jamás; aquí no nos gusta tener a nadie que ore; con que a trabajar y ya sabes que no quiero volver a saber que te ocupas de tales tonterías.—Sambo contestó: —Señor amo, tengo que orar a Jesús; cuando oro, amo mas a usted y a mi ama y además puedo trabajar más duro para ustedes.— Pero seria y terminantemente le fué prohibido orar, bajo pena de una buena azotaina.
Aquella tarde cuando el trabajo del día había tocado a su fin, Sambo habló con su Dios, como lo hizo el Daniel de la antigüedad, y a la mañana siguiente fue llamado a comparecer ante su amo quien disgustadísimo le pregunto por qué lo había desobedecido.
—Señor amo, necesito orar; es que sin la oración no puedo vivir, —dijo Sambo. Al oír ésas palabras, el amo montó en una cólera terrible y ordeno al esclavo que se despojara de la camisa y a otros dijo que le ataran al poste donde acostumbraban castigar a latigazos a los esclavos. Entonces él mismo tomó el látigo y con toda la fuerza de que es capaz un hombre enfurecido golpeó tanto al pobre Sambo, hasta que la misma esposa del amo le rogó con lágrimas en los ojos que dejara de flagelarlo.
El hombre estaba tan furioso que hasta amenazó a su esposa de castigarla si se empeñaba en no dejarlo. Luego siguió pegando a Sambo hasta que se le acabaron las fuerzas. Después mando que le lavaran las heridas de la espalda sangrienta con agua salada; le volvieron a dejar ponerse su camisa y lo mandaron a seguir trabajando. Aunque sus dolores eran indecibles, Sambo se fué a sus labores cantando con voz dolorida: “No hay tristeza en el cielo, Ni llanto ni amargo dolor, Estar con Cristo es mi anhelo Porque El es mi buen Salvador,”
Sambo trabajó duramente aquel día aunque la sangre se filtraba de su espalda herida donde el látigo había dejado hondos surcos. Pero Dios estaba obrando en el corazón de su amo. Se puso a recapacitar en su maldad y crueldad tan refinada para con aquel pobre esclavo cuya única falta había sido su fidelidad.
Se apodero de el un remordimiento tremendo y apesarado e inquieto se fué a tratar de dormir pero no pudo conciliar el sueño por mas esfuerzos que hizo para ello.
Era tal su agonía que a la media noche tuvo que despertar a su esposa y le dijo que estaba muriendo. Entonces su esposa le dijo: —¿Quieres que vaya y traiga al doctor?—No, no; no quiero que venga ningún doctor. ¿Hay alguno aquí en la plantación que pueda orar por mí?—dijo el esposo—Creo y temo que me voy al infierno.
—Pues no sé de nadie que pueda hacerlo—dijo su esposa,—excepto del pobre Sambo a quien castigaste tan duramente esta mañana.—¿Crees que vendría para orar por mí?—preguntó ansiosamente.—SÍ, creo que lo haría, —contestó ella.
—Entonces manda traerlo inmediatamente,—dijo el amo.Encontraron a Sambo arrodillado y orando a Dios. Cuando le sorprendieron en esa actitud, pensó que era para que le castigaran de nuevo pero al llegar al dormitorio de su amo, grande fué su pena al verle retorciéndose de agonía.Quejándose amargamente el amo dijo -Sambo, ¿quieres orar por mí?— ¡Como no! ¡Bendito sea Dios, señor amo; he estado orando por usted toda la noche —y al decir esas palabras cayó de rodillas y como el Jacob de la antigüedad, luchó con Dios en oración. Antes de romper el alba, Sambo fué testigo de la conversión tanto de su amo como de su ama.
El amo y el esclavo se abrazaron. La diferencia de razas y la crueldad pasadas cayeron como por encanto ante el amor de Dios y lagrimas de gozo se confundieron en aquella ocasión.
Inmediatamente Sambo fué puesto en libertad y ya no tuvo que trabajar en la plantación. El amo se llevo a Sambo y se fueron a predicar el evangelio. Viajaron por todos los estados del Sur, siendo testigos del poder de Cristo para salvar a todos.Tal es el poder del amor de Dios en el alma donde Cristo mora. “En esto consiste el amor: no que nosotros hayamos amado a Dios, sino que el nos amó a nosotros, y ha enviado a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.” Juan 4:10.
Era un Cristiano muy alegre y un fiel sirviente, pero su amo al encontrarse escaso de dinero un día se vio en la necesidad de venderlo. En una ocasión llegó a la casa del amo de Sambo un joven dueño de una plantación para comprarlo.
El joven era inconverso, era un impío pero después de haber hecho los arreglos necesarios sobre el precio de Sambo, este esclavo Cristiano fué vendido a su nuevo dueño.
Al despedirse del joven el antiguo amo dijo: — Ya se dará usted cuenta que Sambo es un trabajador excelente y digno de toda confianza; él complacerá a usted en todo excepto en una cosa.—¿Cuál es esa cosa?—preguntó el nuevo amo.—Que le gusta mucho orar y nunca podrá usted quitar esa inclinación de Sambo pero ese es su único defecto.
— ¡Ah, si! Pues pierda usted cuidado, porque pronto le quitaré ese defecto a latigazos,—recalcó el impío.
—No temo nada,—dijo el antiguo amo. — pero le aconsejo a usted que no lo haga, sería inútil; Sambo preferirá morir a dejar de orar.
Sambo probó su fidelidad al nuevo amo de la misma manera que lo había hecho con su otro amo; pero pronto llego a oídos del amo que Sambo había estado orando. Le mando llamar y dijo: Sambo, no debes volver a orar jamás; aquí no nos gusta tener a nadie que ore; con que a trabajar y ya sabes que no quiero volver a saber que te ocupas de tales tonterías.—Sambo contestó: —Señor amo, tengo que orar a Jesús; cuando oro, amo mas a usted y a mi ama y además puedo trabajar más duro para ustedes.— Pero seria y terminantemente le fué prohibido orar, bajo pena de una buena azotaina.
Aquella tarde cuando el trabajo del día había tocado a su fin, Sambo habló con su Dios, como lo hizo el Daniel de la antigüedad, y a la mañana siguiente fue llamado a comparecer ante su amo quien disgustadísimo le pregunto por qué lo había desobedecido.
—Señor amo, necesito orar; es que sin la oración no puedo vivir, —dijo Sambo. Al oír ésas palabras, el amo montó en una cólera terrible y ordeno al esclavo que se despojara de la camisa y a otros dijo que le ataran al poste donde acostumbraban castigar a latigazos a los esclavos. Entonces él mismo tomó el látigo y con toda la fuerza de que es capaz un hombre enfurecido golpeó tanto al pobre Sambo, hasta que la misma esposa del amo le rogó con lágrimas en los ojos que dejara de flagelarlo.
El hombre estaba tan furioso que hasta amenazó a su esposa de castigarla si se empeñaba en no dejarlo. Luego siguió pegando a Sambo hasta que se le acabaron las fuerzas. Después mando que le lavaran las heridas de la espalda sangrienta con agua salada; le volvieron a dejar ponerse su camisa y lo mandaron a seguir trabajando. Aunque sus dolores eran indecibles, Sambo se fué a sus labores cantando con voz dolorida: “No hay tristeza en el cielo, Ni llanto ni amargo dolor, Estar con Cristo es mi anhelo Porque El es mi buen Salvador,”
Sambo trabajó duramente aquel día aunque la sangre se filtraba de su espalda herida donde el látigo había dejado hondos surcos. Pero Dios estaba obrando en el corazón de su amo. Se puso a recapacitar en su maldad y crueldad tan refinada para con aquel pobre esclavo cuya única falta había sido su fidelidad.
Se apodero de el un remordimiento tremendo y apesarado e inquieto se fué a tratar de dormir pero no pudo conciliar el sueño por mas esfuerzos que hizo para ello.
Era tal su agonía que a la media noche tuvo que despertar a su esposa y le dijo que estaba muriendo. Entonces su esposa le dijo: —¿Quieres que vaya y traiga al doctor?—No, no; no quiero que venga ningún doctor. ¿Hay alguno aquí en la plantación que pueda orar por mí?—dijo el esposo—Creo y temo que me voy al infierno.
—Pues no sé de nadie que pueda hacerlo—dijo su esposa,—excepto del pobre Sambo a quien castigaste tan duramente esta mañana.—¿Crees que vendría para orar por mí?—preguntó ansiosamente.—SÍ, creo que lo haría, —contestó ella.
—Entonces manda traerlo inmediatamente,—dijo el amo.Encontraron a Sambo arrodillado y orando a Dios. Cuando le sorprendieron en esa actitud, pensó que era para que le castigaran de nuevo pero al llegar al dormitorio de su amo, grande fué su pena al verle retorciéndose de agonía.Quejándose amargamente el amo dijo -Sambo, ¿quieres orar por mí?— ¡Como no! ¡Bendito sea Dios, señor amo; he estado orando por usted toda la noche —y al decir esas palabras cayó de rodillas y como el Jacob de la antigüedad, luchó con Dios en oración. Antes de romper el alba, Sambo fué testigo de la conversión tanto de su amo como de su ama.
El amo y el esclavo se abrazaron. La diferencia de razas y la crueldad pasadas cayeron como por encanto ante el amor de Dios y lagrimas de gozo se confundieron en aquella ocasión.
Inmediatamente Sambo fué puesto en libertad y ya no tuvo que trabajar en la plantación. El amo se llevo a Sambo y se fueron a predicar el evangelio. Viajaron por todos los estados del Sur, siendo testigos del poder de Cristo para salvar a todos.Tal es el poder del amor de Dios en el alma donde Cristo mora. “En esto consiste el amor: no que nosotros hayamos amado a Dios, sino que el nos amó a nosotros, y ha enviado a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.” Juan 4:10.
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El precio de la oración,
Sambo un esclavo fiel
viernes, 13 de marzo de 2009
domingo, 8 de marzo de 2009
lunes, 2 de marzo de 2009
MAS QUE VENCEDORES
"Un rey recibio como obsequio, dos pequenos halcones, y los entrego al maestro de cetreria para que los entrenara.Pasando unos meses, el maestro le informo al rey que uno de los halcones estaba perfectamente pero que al otro no sabia que le sucedia, no se habia movido de la rama donde lo dejo desde el dia que llego. Encargo entonces la mision a miembros de la corte, pero nada sucedio. Al dia siguiente por la ventana, el monarca pudo observar, que el ave aun continuaba inmovil.
Entonces decidio comunicar a su pueblo que ofreceria una recompensa, a la persona que hiciera volar al halcon, a la manana siguiente, vio al halcon volando agilmente por los jardines.
El rey le dijo a su corte, traedme al autor de ese milagro. Su corte rapidamente le presento a un campesino.
El rey le pregunto; * ¿Tu hiciste volar al halcon? ¿Como lo hiciste? ¿Eres mago? - Intimidado el campesino le dijo al rey: * Fue facil mi rey, solo corte la rama, y el halcon volo, se dio cuenta que tenia alas y se lanzo a volar.
¿Sabes que tienes alas? ¿Sabes que puedes volar? ¿A que te estas agarrado? ¿De que no te puedes soltar? ¿Que esta esperando para volar? No puedes descubrir nuevos mares................ A menos que tengas el coraje para volar. Vivimos dentro de una zona de comodidad, donde nos movemos y creemos, que eso es lo unico que existe. Dentro de esa zona, esta todo lo que sabemos, y todo lo que creemos.
Viven nuestros valores, nuestros miedos y nuestras limitaciones. En esa zona reina, nuestro pasado, y nuestra historia. Todo lo conocido, cotidiano y facil. Es nuestra zona de confort y por lo general, creemos que es nuestro unico lugar, y modo de vivir. Tenemos sueños, queremos resultados, buscamos oportunidades, pero no siempre estamos dispuestos a correr riesgo, no siempre estamos dispuestos a transitar caminos dificiles. Nos conformamos con lo que tenemos, creemos que es lo unico y posible, y aprendemos a vivir desde la resignacion.
El liderazgo, es la habilidad que podemos adquirir cuando aprendemos ampliar nuestra zona de comodidad. Cuando estamos dispuestos a correr riesgos, cuando aprendamos a caminar en la cuerda floja, cuando estamos dispuestos a levantar la vara que mide nuestra potencial. Un verdadero lider, tiene seguridad en si mismo para permanecer solo, coraje, para tomar decisiones dificiles, audacia, para transitar hacia lo nuevo con pasion, y ternura suficiente, para escuchar las necesidades de los demas..
El hombre no busca ser un lider, se convierte en lider por la calidad de sus acciones y la integridad de sus intentos. Los lideres son como las aguilas, no vuelan en bandadas... Los encuentras cada tanto y volando solos. RECUERDA....SOMOS MAS QUE VENCEDORES EN CRISTO JESUS!!! "
lunes, 23 de febrero de 2009
AMOR FRATERNAL
La historia cuenta que habia dos hermanos que se querian con toda el alma. Ambos eran agricultores. Uno se caso y el otro permanecio soltero.
Decidieron seguir repartiendo toda su cosecha a medias. Una noche el soltero sono: ¡no es justo! mi hermano tiene mujer e hijos y recibe la misma proporcion de cosecha que yo que estoy solo. Ire por las noches a su monton de trigo y le añadire varios sacos sin que el se de cuenta.
A su vez el hermano casado sono tambien una noche: ¡no es justo! yo tengo mujer e hijos y mi futuro estara con ellos asegurado. A mi hermano, que esta solo, ¿quien lo ayudara? ire por las noches a su monton de trigo y le añadire varios sacos sin que se de cuenta.
Asi lo hicieron ambos hermanos. Y ¡oh, sorpresa!, ambos se encontraron en el camino, una misma noche, portando sacos una para el otro.
Se miraron, comprendieron lo que pasaba y se abrazaron con un abrazo de hermano, aun mas fuerte, y para siempre.
A veces, es necesario hacer un alto en nuestra vida y revalorizar las bendiciones que tenemos al contar con un hermano, es esencial, como cristianos, amarnos y procurarnos como tales.
No podemos dar testimonio de vida, si no amamos a los que estan mas cerca de nosotros. El Senor nos pide entrega. Hoy es un buen dia para empezar.
lunes, 16 de febrero de 2009
EL COCHE Y LA BIBLIA
Un joven muchacho estaba a punto de graduarse , hacia muchos meses que admiraba un hermoso coche deportivo que vió en un concesionario, sabiendo que su padre podría comprárselo le dijo que ese coche era todo lo que quería.Conforme se acercaba el día de graduación, el joven esperaba por ver alguna señal de que su padre hubiese comprado el coche. Finalmente, en la mañana del día de graduación, su padre le llamó a que fuera a su habitación. Le dijo lo orgulloso que se sentía de tener un hijo tan bueno y lo mucho que lo amaba.El padre tenia en sus manos una hermosa caja de regalo. Curioso y de algún modo decepcionado, el joven abrió la caja y lo que encontró fue una hermosa Biblia de cubiertas de piel y con su nombre escrito con letras de oro. Enojado le gritó a su padre diciendo: "con todo el dinero que tienes, y lo único que me das es esta Biblia" y salió de la casa.Fue tanta la decepción del joven que se fué de la casa a hacer su vida.Pasaron muchos años y el joven se convirtió en un exitoso hombre de negocios. Tenia una hermosa casa y una bonita familia, pero cuando supo que su padre que ya era anciano estaba muy enfermo, pensó en visitarlo.No lo había vuelto a ver desde el día de su graduación. Antes que pudiera partir para verlo, recibió un telegrama donde decía que su padre había muerto, y le había heredado todas sus posesiones, por lo cual necesitaba urgentemente ir a la casa de su padre para arreglar todos los tramites de inmediato.Cuando llegó a la casa de su padre, una tristeza y arrepentimiento llenó su corazón . De pronto, empezó a ver todos los documentos importantes que su padre tenia y encontró la Biblia que en aquella ocasión su padre le había dado. Con lagrimas, la abrió y empezó a hojear sus paginas. Su padre cuidadosamente había subrayado un verso en Mateo 7:11
"Y si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, cuanto más nuestro Padre Celestial dará a sus hijos aquello que le pidan"
Mientras leía esas palabras, unas llaves de coche cayeron de la Biblia. Tenían una tarjeta del concesionario de coches donde había visto ese coche deportivo que había deseado tanto. En la tarjeta estaba la fecha del día de su graduación y las palabras: TOTALMENTE PAGADO.
¿Cuantas veces hemos rechazado y perdido las Bendiciones de Dios porque no vienen envueltas en paquetes hermosos, como nosotros esperamos y por no abrir su Palabra, la Biblia?
"Y si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, cuanto más nuestro Padre Celestial dará a sus hijos aquello que le pidan"
Mientras leía esas palabras, unas llaves de coche cayeron de la Biblia. Tenían una tarjeta del concesionario de coches donde había visto ese coche deportivo que había deseado tanto. En la tarjeta estaba la fecha del día de su graduación y las palabras: TOTALMENTE PAGADO.
¿Cuantas veces hemos rechazado y perdido las Bendiciones de Dios porque no vienen envueltas en paquetes hermosos, como nosotros esperamos y por no abrir su Palabra, la Biblia?
sábado, 7 de febrero de 2009
NADA MÁS QUE BASURA
por el Hermano Pablo
«Basura» parecía ser la nota tónica, la palabra clave de su vida. Había nacido en un barrio pobre en una familia pobre. Era uno de ocho hijos de la familia. El vertedero de basuras del pueblo estaba cerca. Basura era lo que comía, y basura lo que vestía.
Acosado por la necesidad, Jaime Macías, joven hispano de dieciséis años de edad, cruzó la frontera norte y entró a los Estados Unidos. Iba en busca de trabajo.
Un hombre, que era homosexual, le ofreció casa y comida a cambio de relaciones sexuales. Con eso hubiera habido todavía más basura en la vida de Jaime, pero él rechazó la oferta y caminó días enteros por las calles de San Antonio, Texas, buscando restos de comida en la basura.
Cansado, molido, triste y vencido, se acostó a dormir en un contenedor de basura. Estando él dormido, llegó un camión, levantó el contenedor y vació los desperdicios dentro de su enorme vientre que estaba casi lleno de basura.
Antes que Jaime pudiera dar aviso de su presencia en el camión, éste lo trituró, rompiéndole varias costillas. Jaime se salvó la vida, pero allí en la cama de un hospital de San Antonio no pudo menos que preguntarse: «¿Seré yo basura nada más?»
Jaime no será la única persona que se ha hecho esa pregunta. Pero es más lamentable aún que para muchos —personas materialmente privilegiadas, pudientes, exitosas, que viven halagadas y envanecidas por su éxito material— Jaime no es más que basura.
Para algunos políticos que, sin conciencia, sólo piensan en votos, Jaime, que no vota, es basura. Para personas sin corazón, que desprecian a los pobres, a los menesterosos, a los marginados y a los mendigos, Jaime es basura. Para ciertos líderes religiosos que se mueven entre cortinados de terciopelo, candelabros y muebles de caoba, Jaime es basura.
A Dios gracias que a los ojos de Jesucristo su Hijo, que voluntariamente bajó del cielo para morir en una cruz, Jaime no es basura. No importa que haya nacido en la basura, ni que haya comido basura, ni que haya dormido en un contenedor de basura, ni que haya sido triturado por un camión de basura, Jaime no es basura. Jaime Macías es un ser humano que tiene tanto valor que Cristo dio su vida por él.
Dios no creó basura. Al contrario, creó al hombre a su propia imagen y semejanza. Todos somos creación de Dios, y por lo tanto ninguno de nosotros es basura.
Acosado por la necesidad, Jaime Macías, joven hispano de dieciséis años de edad, cruzó la frontera norte y entró a los Estados Unidos. Iba en busca de trabajo.
Un hombre, que era homosexual, le ofreció casa y comida a cambio de relaciones sexuales. Con eso hubiera habido todavía más basura en la vida de Jaime, pero él rechazó la oferta y caminó días enteros por las calles de San Antonio, Texas, buscando restos de comida en la basura.
Cansado, molido, triste y vencido, se acostó a dormir en un contenedor de basura. Estando él dormido, llegó un camión, levantó el contenedor y vació los desperdicios dentro de su enorme vientre que estaba casi lleno de basura.
Antes que Jaime pudiera dar aviso de su presencia en el camión, éste lo trituró, rompiéndole varias costillas. Jaime se salvó la vida, pero allí en la cama de un hospital de San Antonio no pudo menos que preguntarse: «¿Seré yo basura nada más?»
Jaime no será la única persona que se ha hecho esa pregunta. Pero es más lamentable aún que para muchos —personas materialmente privilegiadas, pudientes, exitosas, que viven halagadas y envanecidas por su éxito material— Jaime no es más que basura.
Para algunos políticos que, sin conciencia, sólo piensan en votos, Jaime, que no vota, es basura. Para personas sin corazón, que desprecian a los pobres, a los menesterosos, a los marginados y a los mendigos, Jaime es basura. Para ciertos líderes religiosos que se mueven entre cortinados de terciopelo, candelabros y muebles de caoba, Jaime es basura.
A Dios gracias que a los ojos de Jesucristo su Hijo, que voluntariamente bajó del cielo para morir en una cruz, Jaime no es basura. No importa que haya nacido en la basura, ni que haya comido basura, ni que haya dormido en un contenedor de basura, ni que haya sido triturado por un camión de basura, Jaime no es basura. Jaime Macías es un ser humano que tiene tanto valor que Cristo dio su vida por él.
Dios no creó basura. Al contrario, creó al hombre a su propia imagen y semejanza. Todos somos creación de Dios, y por lo tanto ninguno de nosotros es basura.
Dios nos ama. Recibamos a Cristo como nuestro Salvador. Él desea ser nuestro amigo.
martes, 3 de febrero de 2009
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