miércoles, 25 de noviembre de 2009
La Educación De Los Justificados.
Para aprender sabiduría e instrucción, para discernir dichos profundos, para recibir instrucción en sabia conducta, justicia, juicio y equidad” Proverbios 1:2-3
Para Aprender – ¿Qué significa “aprender sabiduría?” Bien, si eres griego, significa que retendrás información asociada con un tema. En este caso, el tema es sabiduría por lo que podría concluir que conocer sabiduría es conocer lo que necesito saber para lograr que la vida funcione de la manera en que debe funcionar.
En el mundo griego, las personas me llamarían sabio si soy capaz de tomar las decisiones adecuadas. Usualmente asociamos sabiduría con valores morales. Un hombre sabio es quién discierne correctamente la diferencia entre lo bueno y lo malo. Así que desde la perspectiva griega, conocer sabiduría es saber la diferencia entre lo bueno y lo malo. ¿Comienza a parecerle familiar?
¿Cómo cambia esta explicación si doy pasos dentro del mundo hebreo? A fin de cuentas, los proverbios de Salomón no han sido escritos desde la perspectiva griega. El énfasis cambia dramáticamente, de comprender la información sobre el bien y el mal hacia la experiencia de la práctica de tomar decisiones santas. En la perspectiva hebrea, estoy consciente cuando hago esto. Por lo tanto, el conocimiento viene como resultado de la acción, no de la comprensión intelectual.
Poseer sabiduría es actuar justamente. Hasta que mi pensamiento se convierte en acción, en realidad no sé nada. El saber es el proceso de internalizar personalmente aquello de lo que me percato para que mi comportamiento se transforme según ese conocimiento. Para el hebreo, el saber siempre es personal. No es recaudación de hechos. Es aquello que altera como vivimos.
Esta diferencia es esencial a la comprensión del concepto Neo testamentario de “conocer a Cristo.” Si mi vida no se ve alterada, si no hay señales de transformación según el carácter de Yeshua, entonces desde la perspectiva hebrea, nunca lo conocí. Mi declaración de comprender los datos sobre Jesús no significa nada. A menos que mi vida cambie, no sé quién es El.
Ahora este cambio también tiene implicaciones para comprender la Palabra de Dios. Conlleva la implicación de sabiduría que viene después de la relación, no antes. Implica que conocer a Dios es lo mismo que alinear mi vida con Su dirección. En otras palabras, la obediencia precede la comprensión.
Obedezco para ser capaz de comprender, no porque comprendo. Mientras retengo mi obediencia, permaneceré en la oscuridad. No puedo adquirir sabiduría hasta que obedezca primero.
Esto es exactamente inverso a nuestra epistemología (como sabemos) basada en el esquema griego. En el mundo griego, recogemos información antes de tomar una decisión. Pero en el mundo hebreo, decidimos antes de comprender. Piénsalo por un minuto. Parece locura. ¿Cómo puedo saber que debo decidir a menos que tenga la información correcta?
¿Quién propondría una teoría sobre las funciones del universo sin observar primero los hechos del universo? Esta clase de ciencia inversa lleva a teorías como la tierra plana y la alquimia. ¿Acaso la Biblia realmente sugiere que la ciencia debe llevarse a cabo sin evaluar los hechos?
¡Claro que no! Pero la epistemología de la Biblia no se interesa en el método científico. Se interesa en la santidad. Y en cuanto a la santidad, yo no puedo contestar la pregunta, “¿Qué debo hacer para estar en la relación correcta con Dios?” examinando primero los datos sobre mí y el mundo. Para responder esa pregunta, debo someterme a Su declaración antes de comprender la transformación espiritual.
En otras palabras, en lo referente a la santidad, la respuesta me es revelada, no la descubro. Por lo tanto, solo aprendo después de obedecer. Acepto la evaluación de Dios y Su juicio en vez del mío. Confío en Su Palabra en vez de confiar en mi determinación. Es entonces cuando me revela el resto.
Si alguna vez te has preguntado porque hay tantas personas que dicen, “intenté leer la Biblia pero no comprendo nada,” ahora ya conoces la respuesta. La obediencia viene primero. Dios viene a mí, me confronta y solicita mi obediencia. Hasta que acepte su propuesta, nada tendrá mucho sentido. Después que obedezco, descubro verdades que han estado presentes pero escondidas de mis ojos.
¿Quieres conocer sabiduría? Comienza donde Dios te pide que te sometas a Él. De nada sirve intentar evitarlo. Si deseas aprender la verdad, primero debes hacer la verdad que te muestran.
Dr. Skip Moen.
sábado, 7 de noviembre de 2009
Para permanecer sanos, la mayoría de nosotros tenemos tres comidas cada día. Necesitamos alimentarnos para estar sanos y crecer, y apartamos tiempo cada día para las comidas.
¿Cenó usted todos los días la semana pasada? ¿Tuvo su almuerzo cada día la semana pasada? ¿Las personas dicen a menudo, “he estado tan ocupada hoy día, que no he tenido tiempo para almorzar o cenar”? No, usualmente se toman el tiempo y se dan el tiempo para comer.
¿Cuántas veces se alimenta usted de la Palabra de Dios? ¿Una vez a la semana? ¿Dos veces a la semana? ¿Todos los días? El Señor Jesús dijo que la gente necesita más que solamente pan para vivir. ¿Qué otra cosa necesita el hombre para vivir (Mateo 4:4)? _____________________. ¿Que clase de alimento era el que más disfrutaba Job (Job 23:12)? _____________________________
¿Cuándo puede leer la Palabra de Dios? Uno de los lugares donde se lee la Palabra de Dios es la iglesia. Puede leer la Biblia en sus clases de Escuela Dominical y en otras clases. Durante el culto puede leer la Biblia (en silencio o en voz alta) durante la lectura bíblica. Durante el sermón puede seguir en silencio la lectura, mientras el pastor lee la Biblia en voz alta. Puede escuchar atentamente mientras el pastor explica el significado de los versículos.
En casa hay tiempos de lectura bíblica. Algunas familias tienen un tiempo especial en que todos se reúnen para leer la Palabra de Dios y para orar. Estas son buenas oportunidades para alimentarse de la Palabra de Dios.
Es importante también encontrar tiempo para leer la Biblia por usted mismo. Aparte un tiempo durante el día en que pueda sentarse y abrir su Biblia. Muchos cristianos piensan que el mejor momento para hacerlo es en la mañana, porque pueden empezar el día escuchando a Dios por medio de su Palabra. Otros disfrutan leyendo la Biblia en la tarde o antes de acostarse. Usted necesita encontrar el tiempo que más le acomode—un tiempo de tranquilidad en que no lo molesten. Tratar de leer frente al televisor no será de mucho beneficio.
Adquiera el hábito de leer. Hay muchas cosas que hacemos continuamente porque estamos habituados a hacerlas. Nos vestimos y desvestimos todos los días. Nos cepillamos los dientes. Nos sentamos a la mesa para comer. Todas estas cosas las hacemos todos los días. ¿Por qué no hacemos parte de nuestra rutina diaria la lectura de la Biblia?
Leer regularmente (día tras día) es más importante que leer durante mucho tiempo en un día. Por ejemplo, suponga que en una semana usted leyera su Biblia el lunes durante una hora, pero el resto de la semana no leyera nada su Biblia. La semana siguiente usted lee su Biblia durante 10 minutos cada día (10 minutos cada día por siete días). ¿Durante cual semana usted ha leído más?
Qué es más sano, ¿tener una gran fiesta el lunes y no comer el resto de la semana o comer regularmente durante cada día de la semana?
2. Lea Pausadamente.
Lo importante no es cuánto usted penetra en la Palabra de Dios, sino cuánto de la Palabra de Dios penetra en usted. Es mejor leer y entender un versículo, que leer tres capítulos y no recordar nada de lo leído. Es mejor leer un poco con entendimiento, que leer mucho apresuradamente.
De acuerdo a 1 Corintios 14:19, Pablo prefería hablar cinco palabras con entendimiento que ____
______ palabras en lengua desconocida (idioma extraño) que no puede ser entendido. Lo mismo es cierto respecto a la lectura bíblica. Es mejor leer cinco palabras pausadamente y con cuidado, para entenderlas, que leer 10.000 palabras apresuradamente sin entender lo que se ha leído.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)