Provervios-22:6 Instruye a el niño en su camino y aun cuando fuere viejo no se apartara de el
lunes, 22 de noviembre de 2010
miércoles, 20 de octubre de 2010
CUADRO PERFECTO DE PAZ
Juan 14:27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
viernes, 15 de octubre de 2010
EL CISNE Y LA GRULLA
Hay una leyenda antigua acerca de un cisne y una grulla. El maravilloso cisne aterrizó a las orillas del agua donde estaba la grulla buscando caracoles. Por unos momentos la grulla miraba al cisne con asombro y luego le preguntó: “¿Oye, y de dónde vienes?”“Vengo del cielo”, contesta el cisne.“¿Y dónde está el cielo?”, pregunta la grulla.“¡El cielo!”, exclama el cisne. “¡El cielo! ¿Nunca haz oído del cielo?” Y el ave maravilloso empieza a describir la grandeza de la eterna ciudad. La contó acerca de las calles de oro, y las puertas y muros hechos de piedras preciosas…el río de la vida, puro como cristal…el árbol de la vida en cuyas hojas habrá sanidad para las naciones. En términos elocuentes el cisne intentó describir las multitudes quienes viven en el otro mundo pero sin tener el menor efecto sobre la grulla.Al final la grulla pregunta, “¿Y habrá caracoles en el cielo?”“¿Caracoles?”, repite la cisne. “¡Por su puesto que no!”“Entonces”, dice la grulla mientras continuaba buscando por sus caracoles cerca de las viscosas orillas del agua, “tu puedes quedarte con tu cielo. ¡Lo que yo quiero son caracoles!”.Así somos muchos de nosotros. Las cosas eternas son miles de veces superiores, pero no queremos dejar esos caracoles de nuestra vida. Dios, ayúdanos desear las cosas eternas.
lunes, 27 de septiembre de 2010
domingo, 12 de septiembre de 2010
miércoles, 8 de septiembre de 2010
EN UNA FIESTA DE BODAS
No bien entraron los flamantes esposos al restaurante de la fiesta, hizo su entrada la policía. Justino estaba acusado de vender drogas y de estafar a los clientes vendiéndoles heroína mezclada con arena.
Allí mismo, en medio de la fiesta nupcial, se armó tremenda batahola. Hubo golpes, bastonadas y puntapiés, y todos terminaron en la comisaría. De asistentes a una fiesta de bodas pasaron a reos de cárcel.
Lamentablemente no hay felicidad duradera en este mundo. Del momento más feliz es posible caer en la desgracia más violenta, y todo eso en un instante. Es cierto que muchas veces las desventuras se producen por accidente, algo imprevisto, pero en la mayoría de los casos la desgracia es el producto de causa y efecto. Así fue en esta boda.
Justino era un narcotraficante que sumaba al narcotráfico la estafa. Sabía lo que era dar gato por liebre. Daba arena finamente molida en lugar de heroína. De ahí la denuncia a la policía, y de ahí también la intervención policial.
Impera en el mundo, en toda la humanidad, una ley inmutable. Se llama la ley de la cosecha: «Cada uno cosecha lo que siembra» (Gálatas 6:7).
Casi nada de lo que nos ocurre es castigo de Dios, o ataque del diablo, u obra del destino o acción de demonios. Más bien, casi todas las desgracias que sufrimos son consecuencias de nuestras propias malas acciones. Podemos escoger nuestros hechos, pero no podemos escoger sus consecuencias.
El primer paso hacia una vida de paz y tranquilidad es nunca hacer algo que traiga consecuencias dañinas. Pensemos bien todo lo que hacemos, y midamos bien sus consecuencias. Una vez que la semilla se siembra, nadie puede alterar su fruto. Una vez hecho el mal, nadie puede evitar sus consecuencias.
Hagámonos amigos de Cristo. Él puede y quiere salvarnos. Lo hace dándonos la fuerza para llevar una vida limpia, recta y pura: una vida que sólo cosechará fruto bueno y agradable. Cristo regenera, purifica, salva y da nueva vida.
martes, 17 de agosto de 2010
sábado, 19 de junio de 2010
domingo, 6 de junio de 2010
EL MATRIMONIO
Hay muchas costumbres o mañas, que pueden ser letales para un matrimonio.
Las costumbres son hábitos de comportamiento en la vida regular de las personas, que pueden ser positivos o negativos. Todo matrimonio tiene hábitos buenos y malos. Pero cada matrimonio debe esforzarse por mantener y reforzar los buenos hábitos e ir desechando los malos. Entre más positivo sea el balance de hábitos más saludable será el matrimonio.
La mayoría de costumbres buenas o malas, las aprendemos desde niños en medio de la convivencia familiar y del ambiente en que nos desarrollamos.
Algunos cónyuges tienen por ejemplo la mala costumbre de criticar y juzgar a su pareja constantemente. Es como si estuvieran atentos a cada falla de su cónyuge para criticarle, reclamarle y hasta condenarle. Esta costumbre es destructora de matrimonios, ya que por lo general el cónyuge afectado termina cansándose de esa actitud y reacciona negativamente.
En la Comunicación, hay personas que tienen la costumbre de gritar constantemente, lo cual bloquea la comunicación. Hay personas que tienden a asumir los pensamientos del cónyuge y se indisponen porque creen saber lo que el cónyuge está pensando.
Podríamos enumerar un sinfín de costumbres que afectan los matrimonios. Hay costumbres que quizás para uno no son molestas, pero lo son para el otro y entonces deben respetarse. Los esposos deben abrir el corazón y dejarse saber mutuamente con respeto y suavidad, que costumbres del otro le molestan con el único propósito de informar, para que el otro lo sepa y tome la decisión por si solo(a) de cambiar esas costumbres que le hacen sentir mal a su pareja. No por presión, sino por convicción.
No erréis, las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres. 1 Cor 15:33.
Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque EL dijo: No te dejaré ni te desampararé. Hebreos 13:5
La primera y más importante costumbre que debe tener todo matrimonio es procurar una relación permanente con nuestro Padre Celestial. O sea, que ambos tomen la decisión de leer la Biblia juntos, orar juntos, asistir regularmente a la Iglesia y practicar la obediencia a la palabra de Dios.
Segundo, deben tomar la decisión de desarrollar hábitos de compartir juntos, afirmarse mutuamente, pensar diariamente en que podemos hacer para el bienestar de nuestro cónyuge. La misión más importante de cada cónyuge en el matrimonio es encargarse del bienestar del otro. Esto debe convertirse en un poderoso hábito de vida en el Matrimonio que les va a dar excelentes beneficios a la relación y a la familia.
Tomen la decisión hoy mismo de cambiar esas malas costumbres en el matrimonio y desarrollar nuevos hábitos de beneficio y bendición para tu familia.
Tu matrimonio y tu familia es el segundo tesoro más valioso que Dios te ha dado, despues de tu salvación. CUÍDALO!
lunes, 24 de mayo de 2010
No soy apto. No soy nadie
¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel? (Ex.3:11 ) Moisés se consideró inadecuado para la tarea, y así como cuando nos piden enseñar en la escuela dominical o compartir el Evangelio con un amigo, somos tentados a decir: "No soy un Lutero, o un Calvino. o un Billy Graham ... ¿quién soy yo para hacer esto?" Moisés no se dio cuenta que había planteado la pregunta filosófica de los tiempos. Nuestra cultura está particularmente obsesionada con la pregunta: "¿Quién soy yo?" Esposos han dejado a sus esposas para descubrir quiénes son. Madres dejan a sus hijos para encontrar su propia identidad. Sencillamente parece que no sabemos quiénes somos. Entre a una librería cristiana y encontrará docenas de libros sobre el tema general sobre cómo desarrollar una sana autoimagen. Se nos dice que la gente debe tener una buena opinión de sí misma, tiene que saber qué tan especial es. Nos debe complacer que Moisés le haya hecho a Dios esta pregunta para que podamos entender mejor la opinión del Señor en cuanto a las dimensiones sicológicas de nuestra autopercepción. De manera increíble Dios ignoró la pregunta de Moisés.
Sencillamente le dio una promesa: ...Ve. porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte (Ex. 3:12). ¿Cómo le ayudaría esto a Moisés en cuanto a saber quién es Él?
¡La respuesta a esta pregunta, se encontraba en el hecho de saber quién era Dios! Sólo relacionándonos correctamente con Él podemos establecer ese sentido de identidad y una sana autoimagen. No mejoramos nuestra autoimagen considerándonos superiores, sino pensando correctamente acerca del Dios que nos ama y nos honra con sus promesas.
La pregunta de Moisés no era una señal de humildad: pues hablaba con un tono de autodesprecio que revelaba su falta de fe y de disposición para obedecer. Ser humilde significa que veo mis debilidades, pero también la fortaleza de Dios. Detrás de la pregunta de Moisés había una terca incredulidad.
domingo, 9 de mayo de 2010
O ROBO UN BANCO, O ME SUICIDO
Serio, callado, con gruesos anteojos oscuros, el hombre se acercó a la ventanilla. Las operaciones del banco transcurrían normalmente. Cuando al hombre le tocó su turno, le pasó una nota al cajero: «Esto es un asalto —decía la nota—. Entrégueme todos los billetes de 10, 20, 50 y 100 que tenga.»
El cajero le pasó 980 dólares, que era todo lo que tenía en la caja. El hombre dio media vuelta y luego se detuvo, como confundido. Era ciego, y sin su bastón en la mano no sabía dar un paso. Cuando lo arrestaron y lo llevaron a la policía, declaró: «Estoy al borde de un colapso. ¡O robo un banco, o me suicido!»
Este fue un caso como para telenovela, ocurrido en San Francisco, California. Roberto Dunbar había quedado ciego hacía cuatro años. Vivía de lo que recibía del Seguro Social, pero alguien le había robado su pensión de ese mes, de modo que llevaba días sin comer. Y no tenía parientes ni amigos. Por eso, en medio de un panorama sumamente oscuro, tomó la decisión de asaltar un banco.
La ceguera es una triste circunstancia. Pero más triste aún es el hecho de que un ciego tenga que cometer un delito porque le han robado la pequeña pensión que le da el gobierno. Es como una denuncia contra toda la humanidad, denuncia de un crimen social que nunca debió haber ocurrido.
Lo cierto es que Roberto Dunbar vivía en tinieblas más oscuras todavía. Además de la oscuridad que tenía en los ojos, tenía también el alma sumida en tinieblas. Los ojos de este hombre, y los de muchos como él, quizá nunca perciban de nuevo la luz del día. Pero la luz espiritual puede encenderse en toda alma. Jesucristo dijo: «Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida» (Juan 8:12).
Hay muchas personas que no tienen la luz de los ojos, pero han hallado una luz mil veces más resplandeciente que la luz del sol. Son los que han encontrado la paz y el gozo que da Jesucristo. Sin percibir el color de las flores, ven el color de la esperanza. Sin ver la luz del sol, ven con el alma la luz de la gracia salvadora de Cristo. Sin poder contemplar el rostro de los amados, ven con los ojos del espíritu el rostro amable y compasivo de Jesucristo, porque Él es realmente la luz del mundo.
Esa oscuridad en la que muchos se encuentran, esa noche interminable, se cambiará en día el instante en que Cristo entre a su corazón. Basta con que le den entrada. Él quiere ser su paz, su gozo y su luz.
Por el Hermano Pablo
lunes, 3 de mayo de 2010
COMO PARA ÉL
Aunque no escribas libros, eres el escritor de tu vida.
Aunque no seas Miguel Angel, puedes hacer de tu vida una obra maestra.
Aunque no entiendas de cine, ni de cámaras, tu existencia puede transformarse en un film primoroso con Dios de productor.
Aunque cantes desafinado, tu existencia puede ser una linda canción, que cualquier afamado compositor envidiaría.
Aunque no entiendas de música, tu vida puede ser una magnífica sinfonía que los clásicos respetarían.
Aunque no hayas estudiado en una escuela de comunicaciones tu vida puede transformarse en un reportaje modelo.
Aunque no tengas gran cultura puedes cultivar la sabiduría de la caridad.
Aunque tu trabajo sea humilde, puedes convertir tu día en oración.
Aunque tengas cuarenta, cincuenta, sesenta o setenta años, puedes ser joven de espíritu.
Aunque las arrugas ya marquen tu rostro, vale más tu belleza interior.
Aunque tus pies sangren en los tropiezos y piedras del camino, tu rostro puede sonreír.
Aunque tus manos conserven las cicatrices de los problemas y de las incomprensiones, tus labios pueden agradecer.
Aunque las lágrimas amargas recorran tu rostro, tienes un corazón para amar.
Aunque no lo comprendas, en el cielo tienes reservado un lugar...
Todo, Todo... depende de tu confianza en Dios y de tu empeño en SER un digno hijo suyo.
Efecios 6:6 no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios;
Efecios 6:7 sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres,
Efecios 6:8 sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor, sea siervo o sea libre.
domingo, 11 de abril de 2010
Un cristiano escribió una carta al editor de un periódico quejándose de que ya no tenía sentido el ir a la Iglesia cada Domingo. "He asistido fielmente por más de 30 años", escribió el hombre, "y durante todo este tiempo he escuchado a más de 3,000 sermones. Pero la verdad es que no puedo recordar ni uno solo.
Así que, pienso que estoy malgastando mi tiempo....y creo que el pastor también está malgastando su tiempo en predicarlos.
"Esto dio inicio a una verdadera controversia en la columna de "Cartas al Editor", algo que hizo que el editor estuviera, por supuesto, bien contento.
Siguió por unas semanas hasta que alguien escribió lo siguiente: "Ando casado por más de 30 años. En todo este tiempo mi esposa me ha preparado unas 32,000 comidas. Pero la verdad es que no puedo recordar el menú de ninguna de estas comidas. Pero una cosa reconozco.
Cada comida me nutrió y me dio la fuerza que necesitaba para seguir fielmente en mi trabajo.
Si mi esposa no me hubiera preparado cada una de estas comidas, yo no estuviera presente hoy." El periódico nunca recibió más cartas sobre ese asunto.
Proverbios 10:21 - "Los labios del justo apacientan a muchos, Mas los necios mueren por falta de entendimiento.
Podremos tener mil y una razones para no ir a la Iglesia, pero la verdad es que necesitamos la comunión con el Cuerpo de Cristo, el cual está integrado por cada hijo e hija de Dios.
Hechos 2:42
Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.
1 Juan 1:3
Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.
martes, 6 de abril de 2010
Pensamientos de Triunfo.
jueves, 1 de abril de 2010
Mas Grande por Dentro que por Fuera
Un hombre llevó a su pequeña hija a un parque de diversiones y ella inmediatamente corrió a un quiosco y pidió un algodón de azúcar.
Cuando el dependiente le entregó una inmensa bola de algodón, el padre le preguntó: «Cariño,¿estás segura que puedes comértelo todo?»
«No te preocupes, papá» le respondió ella. «Soy mucho más grande por dentro que por fuera».
En su ingenuidad esta niña dijo una gran verdad. Por dentro somos más grandes que por fuera. Por dentro somos tan grandes que la misma Biblia dice que el mismo Espiritu Santo mora en nosotros. Podemos imaginar eso?
El Espíritu Santo morando dentro de nosotros. Que increíble declaración. Sin embargo cuantas veces nos vemos limitados por mirar o creer que somos pequeños. Quizas sí por fuera..pero por dentro Dios nos hizo grandes para creer en un Dios grande y por lo tanto hacer cosas grandes para Él.
¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
Pues por precio habéis sido comprados; por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. 1 Corintios 6:19,20