miércoles, 4 de mayo de 2011

EL VERDADERO PESO.




Isaías 53:6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas,cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
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Marcos 15:21 Y obligaron a uno que pasaba, Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo,que venía del campo, a que le llevase la cruz.

Luego de ser azotado, escarnecido y golpeado, el Señor Jesucristo, sale por las calles de Jerusalén, llevando la cruz donde sería clavado. ¿ Cuánto pesaría esa cruz de madera? Seguramente era lo suficientemente pesada, para que cualquier hombre que pudiera cargarla por un largo trecho, desmayara bajo su peso. Y mucho mas se sentiría su peso, ante la debilidad general provocada, por los latigazos y los golpes impartidos por los soldados romanos en el cuerpo de Cristo. Aquel que dijo un día al paralítico: “Levántate y anda” ¿No podía hacer que sus piernas tuvieran la fortaleza para soportar el peso de la cruz? Aquel que tenía poder para calmar el viento, y las olas del mar... ¿No podría haber llevada la cruz sin inmutarse en los mas mínimo? Sin embargo, Jesús el Hijo de Dios, creador de este mundo, se somete a debilidad por amor a nosotros. No se valió de su poder para evitar sus propios sufrimientos, aunque podía hacerlo. Pero la carga mayor que tenía que realizar no consistía en una cruz de madera. Sus peores sufrimientos no eran los clavos y la corona de espinas.
Había algo más doloroso que tenía que cargar: “Tu pecado y el mío”. Dos hombres subieron el monte del calvario, uno era Simón (de la ciudad de Cirene), un simple ser humano, y el otro era Jesús. (Aunque humano también Dios.) Simón Cireneo solo podía acompañarlo cargando la cruz de madera. Pero cuando llegaron a la cima del monte Gólgota, ya nada mas pudo hacer, el trabajo de cargar con los pecados de la humanidad solo podía hacerlo una sola persona, santa y sin pecado: JESUCRISTO!
Estimado Amigo/a:
¿Te quejas de la cruz que tienes que llevar en esta tierra? ¿Es muy pesada para ti? Quiero que sepas que cualquier aflicción que sufras, no se puede comparar con los sufrimientos del Salvador, cargando el pecado de nosotros. Los ojos humanos solo pueden contemplar la crucifixión externa, pero la “carga de los pecados” solo pueden ser contemplados con los ojos del alma. Solo Dios nos puede conducir a la cruz de Cristo, y mostrarnos lo que allí se efectuó a favor de nuestra alma. Solo la Palabra de Dios, puede abrir nuestros ojos espirituales, para despertar un verdadero arrepentimiento, y una verdadera fe en el Salvador. Su amor y misericordia sigue firme como hace 2000 años. Si bien el Señor fue crucificado en flaqueza y debilidad, venció a la muerte, resucitando de los muertos.
¿Te oprimen tus pecados? ? ¡Ojalá seas libre de esta terrible carga!
Ve hoy a llevarle tus pecados, porque Él tiene poder para cargarlos y deshacerlos.


2Corintios 13:4 Porque aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios. Pues también nosotros somos débiles en él, pero viviremos con él por el poder de Dios para con vosotros.

martes, 3 de mayo de 2011

SER O NO SER... PERO DE CRISTO



Gálatas 5:24: Porque los que son de Cristo, han crucificado la carne con los afectos y concupiscencias.
Tanto engaño religioso hoy en día, hace cada vez más difícil, al alma, comprender que es ser de Cristo. Predicaciones meramente emocionales y carentes de contenido bíblico, hacen creer a muchos que son de Cristo, cuando en realidad nos lo son. ¿Cómo saberlo en verdad? ? ALGUNOS CREEN QUE SON DE CRISTO PORQUE: Concurren asiduamente a una iglesia... Están involucrados en actividades de la iglesia y colaboran con muchas tareas... Cantan y alaban, con gran emoción, conmoviéndose hasta las lágrimas... Porque fueron bautizados en agua... Porque han pasado una experiencia emocional que los impactó... Porque sus padres son cristianos... En fin la lista... podría ser interminable... pero preguntarás: ¿Qué significa ser de Cristo realmente? Ser propiedad de Cristo, es haber aceptado ser comprado por Él, es decir, haber creído con fe, que la obra efectuada en la cruz, es un acto de redención, que nos salvó de la condenación eterna. Aquel pecador arrepentido, Dios le hace su hijo, dándole el sello de propiedad del Espíritu Santo, en su corazón. Efesios 1:13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
. No es cualquier sello producto de la determinación humana, o de la emoción del momento. Es nada menos que el sello del Espíritu Santo, un sello de carácter permanente, que imprime una nueva vida, en aquel corazón que estaba muerto en la concupiscencia del pecado. Los que tienen este sello, nos dice la Biblia, han crucificado su carne, es decir, todos aquellos pecados que antes tanto le deleitaba, ahora ya no hay mas placer en ellos, ya que la santidad de Cristo palpita en este nuevo corazón. Estos han tenido la victoria de crucificar su carne, junto con los vicios del pecado. Antes el pecado les oprimía como cadenas de las que no se podían soltar, pero ahora, Cristo ha hecho posible su libertad, gracias al triunfo de la cruz. !
Estimado amigo/a: ¿Haz crucificado tus pecados? ¿Los haz llevado a la cruz para hacerlos morir? ? ¿Quieres ser de Cristo, sin dejar el alcohol, el tabaco, o cualquier otro vicio? ? ¿Quieres ser de Cristo, sin renunciar a una vida promiscua o de adulterio? ? ¿Quieres ser de Cristo, sin dejar de ser violento e iracundo? ? ¿Quieres ser Cristo sin dejar de amar a este mundo y su pecado? ? IMPOSIBLE! Los que son de Cristo han crucificado la carne con sus afectos y concupiscencias! Puedes engañarte a ti mismo, pero no a Dios.
¿Será hoy el día de la verdadera crucifixión interior, de tus pecados? ? Si es así... SERAS DE CRISTO!
2Timoteo 2:19 Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor á los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.

domingo, 1 de mayo de 2011

VUÉLVETE.




Ezequiel 33:11 Diles: Vivo yo, dice el Señor Jehová, que no quiero la muerte del impío, sino que se torne el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros caminos: ¿y por qué moriréis... ?
En cierta excursión de familias, en una zona de montañas, uno de los pequeños, se alejó del grupo. Sin darse cuenta los padres, en un parpadear, el niño había desaparecido. Tal fue la desesperación, que empezó a buscarlo todo el grupo, y a gritar su nombre. Organizaron la búsqueda dividiéndose, para ir en varias direcciones y poder hallarlo. El guía del grupo sale por su lado, y por otro lado iban los padres. El guía mira hacia el borde del cerro, y distingue una pequeña figura, que camina en dirección al precipicio. Le grita de inmediato al niño: -Por allí no! Por allí no! (Y le hace señas que regrese...) Luego a esto llegan los padres de otro grupo, y a coro le gritan al niño: Por allí no! El pequeño perplejo y aturdido, no sabe si avanzar o retroceder. Da unos pasos adelante, y el corazón de todos se paraliza. Nadie sabe que hacer... ya que si van corriendo a buscarlo... el niño podría asustarse y también correr... y podría despeñarse al vacío. ! En eso, llegar el padre del niño... y dice a todos: silencio! silencio! Simplemente, se arrodilla, abre los brazos, y con lágrimas llama al niño por su nombre. Este, al ver los brazos abiertos de su padre, entendió que lo estaba llamando... y corrió sin pensarlo a su encuentro a abrazarlo. !
Ningún consejo lo pudo hacer volver sino solo los "brazos abiertos de su padre."
Estimado amigo/a:
¿Cuantas veces te han dicho que tienes que dejar tus malos caminos? ? No has querido escuchar el consejo de aquel familiar o amigo, que quería solo tu bien. Te has endurecido, y vas caminando, de forma caprichosa al precipicio de tu vida. Dios que ve el peligro te dice: "Vuélvete, vuélvete. ! Porque morirás?". El no quiere tu mal, sino tu bien. No quiere tu muerte a pesar de la impiedad de tus pecados, sino que extiende sus brazos para hacerte volver. Si muchas voces te han dicho que cambies y no haz hecho caso, al menos en este día escucha la voz de Dios, que dice en su Palabra: "No quiero la muerte del impío, sino que se torne de su mal camino." Dios mandó a su Hijo JesuCristo a morir en la cruz por tus pecados. Él es Aquel que "justifica al impío" si pone su fe en Él, como el salvador de su vida. (Romanos 4:5)
¿Hacia donde vas caminando hoy? ? Date la vuelta, y camina hacia la cruz del calvario, y ve a tu Salvador con los brazos abiertos, de amor por ti. !
Y... hallarás el perdón que tu alma necesita...
Vuélvete. !
Isaías 55:7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos; y vuélvase á Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.