martes, 13 de septiembre de 2011









Una zorra era perseguida por unos cazadores cuando vio a un leñador y le suplicó que la escondiera. El hombre le aconsejó que ingresara a su cabaña.

De inmediato llegaron los cazadores, y le preguntaron al leñador si había visto a la zorra.

Con la voz les dijo que no, pero con su mano disimuladamente señalaba donde se había escondido.

Los cazadores no comprendieron la señas de la mano y se confiaron en lo dicho por su palabra.

La zorra al verlos marcharse, salió sin decir nada.

El leñador le reprochó que a pesar de haberla salvado, no le diera las gracias, a lo que la zorra respondió:

-- Te hubiera dado las gracias si tus manos y tu boca hubieran dicho lo mismo --.


*No niegues con tus actos, lo que pregonas con tus palabras*




Mat 23:25 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia.
Mat 23:26 ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio.
Mat 23:27 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados,que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.
Mat 23:28 Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.