sábado, 18 de octubre de 2008

CÓMO VENCER LA PREOCUPACIÓN


“No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. Porque como hierba serán pronto cortados, y como la hierba verde se secarán. Confía en Jehová, y haz el bien; y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. Deléitate asimismo en Jehová, y Él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, y confía en Él; y Él hará. Exhibirá tu justicia como la luz, Y tu derecho como el mediodía. Guarda silencio ante Jehová, y espera en Él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, por el hombre que hace maldades” (Salmo 37:1-7).



Este es un método simple y bíblico para que usted descubra la voluntad de Dios para su vida
Hace años había una canción titulada: “No te preocupes. Sé feliz.” Tenía una melodía bonita, pero ¿sabe cuál era el problema con esa frase? Que en medio de “No te preocupes” y “Sé feliz”, faltaban las palabras “cómo ser”.
Es como decirle a un alcohólico: “No beba. Sea sobrio.” O a una persona que está tratando de perder peso: “No coma mucho. Sea saludable.” Hay un eslabón perdido y éste es, ¿cómo una persona puede dejar de preocuparse y ser feliz? Permítame compartir con usted cuatro manera de cómo vencer la preocupación.

Confíe en el Señor

Dios quiere probarse ante usted. Le pregunto: ¿Cómo sabe usted que el Señor es el gozo de su vida? Usted no lo sabe, hasta que el Señor le quita su vehículo, o su salud, o su casa o su familia. Cuando usted dice: “Jesús es todo lo que necesito”, asegúrese de que puede probarlo. Usted nunca sabrá que Jesús es todo lo que necesita, hasta que Jesús sea todo lo que tiene.
Haga el bien
Una de las señales de que usted no está confiando en Dios, es cuando deja de hacer sus actividades cotidianas. Usted dice: “¡Perdí mi trabajo!” Pero, ¿qué está haciendo al respecto? “Bueno, sólo paso el día en casa.” Pues, ¡no lo haga! Salga y haga algo porque usted confía en que Dios proveerá.

Deléitese en el Señor

¿Quiere tener una vida de gozo? Entonces ponga su fe en algo. Más bien debo decir, en Alguien, que no puede ser tocado, ¡el Señor! Dios no ha terminado con usted hasta que usted encuentre su mayor gozo en Él únicamente. Ahora escuche la siguiente frase cuidadosamente: Dios continuará dándole esta prueba, hasta que usted la pase. Dios no reprueba a nadie. Y si usted no pasa la prueba ahora, Él hará que la tome otra vez.

Encomiende su camino al Señor

“Encomendar” conlleva la idea, de dejar al cuidado de, dar a. Significa poner en manos del Señor su carga. Cualquiera que sea esa carga, debe “echarla sobre las espaldas de” Dios. Sus hombros son lo suficientemente anchos como para sobrellevarla. En Mateo 11:30 Jesús dijo: “Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” ¿Alguien le ha criticado hoy? Entrégueselo a Jesús. ¿Alguien le ha hecho un mal? Déselo a Jesús. ¿Se siente inseguro de su futuro? Entrégueselo a Jesús.

Guarde silencio ante el Señor


El versículo 7 dice: “Guarda silencio ante Jehová, y espera en Él.” Queremos que nuestras preguntas sean contestadas ¡ayer! Y Dios está diciendo: “¡Calla! ¡Espera en Mí!” Amigo, Dios no está interesado en el tiempo, sino en hacer las cosas “a tiempo”. Él nunca está apurado, ni nunca llega tarde. Esperar en el Señor es como esperar la salida del sol: usted no puede apresurarla, pero tampoco puede detenerla.

Confíe, haga el bien, deléitese, encomiende, guarde silencio. ¿Cuál es la clave de todo esto? Jesús. El es su enfoque. Usted puede ganar la batalla sobre la preocupación.

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