El matrimonio vale muchísimo más que cualquier adversidad que se presente y que las diferencias que existan entre los dos, a las cuales pueden sobreponerse si así lo determinan. Sólo hace falta que le den más importancia al amor mutuo que a las diferencias entre sí. El consejo óptimo para la pareja es que permitan que Jesucristo sea el Señor de su vida y, por consiguiente, de su matrimonio.
1 comentario:
Existen dos dias que pueden robarle el gozo de hoy. Uno es ayer y el otro es mañana. Debemos olvidarnos del pecado: la culpa, la gloria, el dolor y los rencores.¿Se ha arrepentido? Si lo ha hecho entonces no permita que el fantasma de la culpa lo siga atormentando. Ver Fil.3:13-14
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